La letra con emoción entra

Foto del colegio vía ceipjuliocarobaroja.es

Érase una vez un rey que odiaba al brujo más admirado por sus súbditos. Un día ordenó apresarlo y condenarlo. Le dijo: “Vas a ser ejecutado. Solo podrás salvarte si adivinas qué día vas a morir”. El hombre no perdió la compostura. Con voz pausada contestó: “Moriré un día antes que vos”. El rey palideció. La satisfacción inicial dio paso al temor por su propia vida, ¿y si sus predicciones son ciertas? En vez de matarlo, mandó que residiera en palacio y que siempre estuviera protegido.

Este cuento pone de manifiesto la importancia que puede llegar a tener la INTELIGENCIA EMOCIONAL. Daniel Goleman sostiene que la escuela debe promoverla, despertando la capacidad de reconocer los sentimientos propios y ajenos, de encauzarlos y de gestionar las relaciones sociales. Sin duda, el brujo del cuento tenía esas competencias. Desarrollarlas en el alumnado requiere docentes preparados para enseñar contenidos diferentes, como la aritmética del corazón o la gramática de las relaciones.

El CEIP Julio Caro Baroja trabaja en esta línea y va más allá, utilizando la emoción como recurso didáctico. Su estrategia pedagógica parte de una pregunta simple: ¿por qué lees un libro como Los pilares de la tierra, con más de 1000 páginas? Cuando descubres su historia no puedes dejarlo, te llega al corazón. En este colegio público de Málaga, los docentes acompañan el inicio de cada lectura propuesta con interpretaciones narrativas, con música relacionada con los libros y con investigaciones acerca de las realidades que los inspiran. Persiguen despertar en sus alumnos emociones positivas que enganchen al relato. Cuando lo logran, la lectura continúa sin el docente.

La educación se ha centrado tradicionalmente en lo que consideraba cuestiones serias, como la razón, las letras, los números... dejando de lado otros asuntos más humanos, como los sentimientos y las emociones. «Eso es cosa de cada uno», sentenciaba la Pedagogía. Pero resulta que estábamos equivocados. Como canta Fito, «las cosas importantes aquí son las que están detrás de la piel». Pedagogía vía Twitter

Parece evidente que la educación emocional debería ser una prioridad curricular. Sin embargo, la legislación educativa continúa lastrada por una tradición racionalista. Heredamos una "escuela del lado izquierdo", que no considera que los sentimientos y las emociones sean cosa suya. Por suerte, muchos docentes compensan esta carencia en el aula, demostrando lo que ya sabía el brujo del cuento: que la inteligencia emocional es tan importante (o más) que las matemáticas o la lengua; y que estas materias se comprenden mejor si se aprenden con emoción.

47 comentarios

  1. Estoy de acuerdo con lo que dice el texto. También pienso que a los chicos de pequeños se les hace más personas y educados estimulándolos con cosas que les guste o que se les presente de forma atractiva, que con materias didácticas serías, son niños y no ven la importancia de la educación. Por eso mediante estímulos emocionales si se les puede inculcar algo positivo. Las materias como matemáticas, etc. están ahí y estarán muchos años luego, es otra posibilidad darlas más tranquilo a los niños complementándolas con actividades atractivas para ellos. Y creo que incluso al terminar el día de colegio, estos pensarán en esas actividades "emocionales" y no en cosas negativas de sus vidas.

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  2. tOTALMENTE DE ACUERDO CON LO QUE DICE EL TEXTO. ES MUY IMPORTANTE EL TRABAJO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LAS AULA, POR MEDIO DE ACTIVIDADES QUE LES AYUDEN A SU DESARROLLO.

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  3. Me parece importante aprender a desarrollar y saber entender la inteligencia emocional. No es algo muy común en las aulas, pero si se enseñara al alumnado a saber manejar sus propias emociones y a interactuar con las de sus compañeros, tendríamos personas más tolerantes y empáticas.

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  5. Trabajar la inteligencia emocional en la escuela no solo es muy necesario, sino que es muy sencillo. Existen materias en las que, de una forma insconciente, la estamos trabajando. La Literatura, la Música, Artística o Educación Física son un ejemplo de ello. Por ejemplo, Sloboda ya nos habla de la relación que hay entre Educación Musical y la Educación Emocional. En cambio, estas materias están perdiendo peso en el Currículo. Creo que sólo en Castilla y León se habla de la Inteligencia Emocional como una de las Competencias Clave, o Básicas, o Generales o como decidan llamarla en cada gobierno. Tenemos la oportunidad de trabajar el desarrollo de la inteligencia emocional en las esculas, usando los contenidos de las materias que ya disponemos, pero se hace muy necesario que se desarrolle de una forma mucho más oportuna, dotándola de la importancia que tiene. Es verdad que Goleman le otorgaba más importancia que a la Inteligencia Cognitiva. Gardner también la tiene presente, aunque la denomine usando otros términos. Y es que está presente desde las primeras teorías de la Educación en las que el desarrollo integral del individuo es el fin principal del proceso de enseñanza y aprendizaje.

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  6. Al igual que el artículo, pienso que la educación emocional debería ser una prioridad curricular. Sería fantástico que en la escuela se enseñara a reconocer los propios sentimientos y los ajenos, a dirigirlos y a gestionar las relaciones sociales, ya que son competencias que todo ser humano debería tener. Creo que es más importante la inteligencia emocional que algunas materias que se enseñan hoy en día en la escuela y que no hay otra manera de aprenderlas si no es de memoria, porque tienen mucho contenido y además es incomprensible. Pero lamentablemente, una vez más, esto queda muy lejos de la realidad y aún queda mucho camino por recorrer.

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  7. Como he dicho en artículos anteriores, veo fundamental la educación en valores, la expresión de los sentimientos y la gestión de las emociones. No digo que no sea importante el estudio de asignaturas como matemáticas o lengua en la escuela, pero si creo que deberíamos emplear un tiempo para la educación emocional y enseñar valores como la solidaridad o la empatía. Pienso que es fundamental enseñar a nuestros alumnos a ponerse en el lugar de los demás y que lo que a uno no le gusta que le hagan no debe hacerlo a los demás.
    Así, además de crear personas inteligentes conseguiremos personas íntegras.

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  8. Considero fundamental la importancia de las emociones, los sentimientos y todo lo vinculado para el desarrollo emocional del alumnado. Debería ser obligatorio la educación emocional en todos los cursos escolares y tener más importancia que las asignaturas troncales.
    Es fundamental saber expresar cómo nos sentimos, por lo tanto, nos ayudará a tener una actitud más positiva frente a la vida, mejor autoestima, ser personas más empáticas y solidarias.

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  9. Es muy importante que los docentes del día de mañana estén formados en inteligencia emocional, y que así los niños y niñas aprendan la importancia de gestionar y expresar nuestras emociones correctamente, formas adaptativas de solucionar los conflictos, superar los momentos difíciles y de luchar por nuestros intereses sin menospreciar a los demás.

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  10. Carlos Berrocal Garcia31 de octubre de 2018, 13:53

    La inteligencia emocional a veces nos puede ocasionar una mala pasada, no siempre lo que nos dice alguien es cierto pero nuestra mente muchas veces le da vueltas hasta que se lo llega a creer. Para que la inteligencia emocional actúe correctamente debemos conocernos a nosotros mismos, nuestros valores, emociones y sentimientos.

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  11. MARIA DOLORES GONZÁLEZ PÉREZ31 de octubre de 2018, 16:06

    Estoy totalmente de acuerdo con la conclusión a la que se llega en este artículo. Afortunadamente, creo que la sociedad en general, y en particular los docentes por el papel que nos toca asumir en este sentido, empezamos a darnos cuenta de la importancia que tiene la inteligencia emocional para el desarrollo integral de las personas y cómo ésta repercute sobre el éxito personal, profesional y social en la vida adulta.
    Por otra parte, no tengo ninguna duda respecto a que las materias se comprende mejor si se aprenden con emoción. Existen investigaciones que así lo demuestran. Además, simplemente si nos paramos a pensar un poco, seguramente podamos encontrar ejemplos de esto en nosotros/as mismos/as.

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  12. La inteligencia emocional es verdaderamente importante, y es fácil decir que debería implementarse en las aulas, pero muy complicado llevarlo a cabo. Una vez nos interesamos por algo, es sencillo aprender e incitarnos a seguir investigando sobre el tema, porque nuestras propias emociones nos llevan a ello por nuestra propia satisfacción. Sin embargo, es realmente difícil llegar a esta situación: por muy interesante que sea un tema, libro, película o actividad, en la mayoría de ocasiones nos resistiremos a realizarlas si el que las propone (u obliga) es una persona de autoridad como un profesor, sobre todo en la adolescencia. Puede que Crónica de una muerte anunciada te encante cuando la empieces, pero estarás sugestionado a que será una pérdida de tiempo por la manera en la que se impone leerla. Por tanto, coincido con las ideas presentadas en el texto, pero no veo una manera simple de motivar a los alumnos.

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  13. Totalmente de acuerdo con el último párrafo del artículo. La inteligencia emocional es realmente importante para todos los aspectos, tanto para afrontar los diversos problemas a los que nos enfrentamos, saber controlar situaciones desafiantes, afrontar mejor la vida en general, en tema educativo también es muy importante, etc.
    Creo que al centrarnos tanto en la racionalidad y ciencias exactas como pudiera ser la matemática, dejamos de lado las cosas realmente importantes que son inexactas e impredecibles, como puede ser la vida. Toda buena decisión va acompañada de un buen manejo de las emociones, por ello, es muy importante y en la educación se debería enseñar en base a unas directrices que desarrollen la inteligencia emocional de forma individual.

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  14. Rafael E. Reigal Garrido1 de noviembre de 2018, 22:26

    Totalmente de acuerdo. El ser humano actual es una persona que ha perdido vínculos emocionales, que no sabe expresar sus sentimientos. Ha aprendido a esconderse detrás de dobles virtuales que esconden el verdadero ser. Incluso algunas personas no saben reconocer qué les ocurre cuando se siente de una determinada manera, lo cual es crucial para su adaptación en la sociedad y su desarrollo personal. Es una dimensión de la persona que debe ser tratada en las escuelas para hacer personas más íntegras y felices.

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  15. Respeto y apoyo este artículo, pues como en otra ocasión anterior trata de darnos a entender lo importante que es la inteligencia emocional como forma de educación y aprendizaje.
    Actualmente y como dice este escrito en los centros educativos no se es muy abundante este método tan eficaz, quizá porque no sea tan fácil como parece. Pero sí pienso que se debería trabajar cada día más, ya que las cosas que se hacen con ganas y sentimiento propio son muchos más sencillas, gustosas e interesantes que las que se hacen por simple obligación. Es una forma más compleja, pero a la vez consigues transmitir e inculcar con mucha más facilidad, desarrollando diferentes cualidades en el alumnado.

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  16. Pues me parece necesario explotar la inteligencia emocional en el alumnado, ya que ayuda a desarrollar habilidades más allá de lo justo y necesario. Sin la inteligencia emocional, los alumnos/as actuarían como “robots”, responderían a las cuestiones marcadas, sin razonar ni ver más allá de lo planteado.
    Las emociones deberían estar presentes fundamentalmente en cada enseñanza. ¿Qué es de un niño/a que no muestra alegría o tristeza? Si al alumnado le damos pie a que vea más allá, a que responda por si solo y sea capaz de reaccionar; éste/a sentirá.

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  17. Se debe comenzar a introducir en los colegios, cómo hace el citado colegio de Málaga, el empleo de la emoción y la estimulación de la inteligencia emocional como recurso para el aprendizaje de los alumnos. Puesto que esto no sólo no supone obstáculo para el aprendizaje de los niños de las materias racionales, como las matemáticas, sino que ayuda a complementar el estudio de lo racional puesto que el aprendizaje es la sinergia de ambos hemisferios del cerebro, el izquierdo (racional) y el derecho ( el más imaginativo).

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  18. Definitivamente concuerdo con el artículo y con su conclusión final sobre la necesidad de trasladar la inteligencia emocional a las aulas, en realidad, considero que las inteligencias múltiples en su globalidad deberían tratarse desde la escuela. También es cierto lo que dice sobre la legislación educativa, que si bien sigue definiendo que el fin de la educación es el desarrollo integral del individuo, parece empeñada en centrarse en la calidad traducida en el producto final, una calificación, sin pensar en las diferentes capacidades de cada uno de los alumnos que se encuentran en un aula y su diferente forma de asimilar el aprendizaje. La aplicación de las inteligencias múltiples nos permitiría atender a estas capacidades y permitir que los alumnos alcanzaran su máximo potencial, sin tener que preocuparse por un examen de cuyo contenido se olvidarán a las dos horas.

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  19. La inteligencia emocional es una las mayores revelaciones de la educación, quizás porque nunca se tuvo en cuenta directamente y es una novedad. Para mi es de vital interés para la profesión docente y la vida, en general. Por lo que la lectura me ha parecido muy acertada y enriquecedora, con la experiencia del CEIP de Málaga, y en total acuerdo de la necesidad de formación de profesorado en tan bonitas, como prácticas asignaturas como “la aritmética del corazón o gramáticas de las relaciones” incluso otras que se me puedan ocurrir como empatía histórica o language of life. La escuela actual necesita de menos “lado izquierdo” y compartir con todo lo positivo que nos trae saber de emociones, sentimientos e intentando hacer realidad sueños que hasta ahora solo pudieron estar en nuestra imaginación.

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  20. Cuando recuerdo aquello que aprendí en el colegio, cuando era niña, me vienen a la mente fundamentalmente experiencias. Las clases en sí no las recuerdo. Recuerdo vivencias, conversaciones con mis tutores, alguna presentación del curso... Recuerdo también convivencias, actividades extracurriculares que desarrollábamos... Todo ello sé que ha ido forjando m carácter.

    El maestro que suscitó en mí la vocación de educar siempre me hizo ver la parte humana. Piensa, me decía, aquello que están viviendo los alumnos, establece una relación con ellos y transmíteles lo que van a VIVIR. No vayas a clase a soltarles un montón de contenidos ...

    Y aún yendo a clase con esa disposición, resulta difícil no perderse en los contenidos, en lo que hay que dar, en escasillar a los alumnos: aquellos que responden, los que no,...

    Hay que cambiar formas de hacer, pero tampoco creo que sea una cuestión de metodología. Va más allá de si se trabaja con un método u otro. Lo primero que necesitamos los maestros es saber que nuestra labor es ayudar al niño a madurar en toda su globalidad, aprendiendo a gestionar sus emociones y a que construya sentimientos nobles.

    Después de reconocer la importancia de esta tarea, ayudarnos con herramientas y estrategias que apoyen al desarrollo de esa afectividad.

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  21. Beatriz García Martín5 de noviembre de 2018, 15:42

    Estoy muy de acuerdo con el texto, ya que considero que la inteligencia emocional es un aspecto clave en la educación. Es muy importante reconocer nuestros sentimientos y los ajenos para así poder aprender a gestionarlos. Por ello, veo necesario que el docente realice la formación adecuada para que esto se potencie día a día en el aula, con el objetivo de despertar en el alumnado emociones positivas produciendo así una mayor motivación.
    Como bien se menciona en el texto, la inteligencia emocional no posee prioridad en el currículo, por ello, veo necesario crear una competencia clave enfocada en los aspectos emocionales.

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  22. Francisco Mora, en su libro sobre Neuroeducación dice "La letra con sangre no entra, el dolor es un refuerzo negativo que el cerebro trata de no repetir y olvidar pronto. Por el contrario, aprender con alegría es un refuerzo positivo que se trata de repetir y mantiene lo aprendido en la memoria más largo tiempo".
    Aprender con alegría, desde los sentimientos y emociones propias genera en el cerebro estímulos positivos que motiva al alumnado a incentivar su aprendizaje generando un desarrollo cognitivo significativo e integral.

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  23. Estoy de acuerdo con el post, la capacidad del maestro/a para hacer efectivo el proceso de enseñanza-aprendizaje está muy ligado con las aptitudes emocionales que posea, aunque en muchas ocasiones estas aptitudes te las aporta la experiencia.

    Para mi un ejemplo es el caso del profesor y escritor César Bona en el siguiente vídeo cuando habla de su alumno Sergio, se observa un cambio en la metodología del profesor y en la forma de llegar al alumno que se ve reflejado en el éxito estudiantil que este finalmente adquiere.
    https://www.youtube.com/watch?v=LcNWYNp2MSw
    (A partir del minuto 7:30)

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  24. Me he sentido muy identificada con esta publicación porque siempre he tenido mucho interé por la inteligencia emocional ya que es la que nos hace quienes somos y nos deja ser. Es por ello que en las escuelas deberían haber personas preparadas que sepan como gestionar la inteligencia emocional para crear así en los niños/as unos cimientos de conocimientos emocionales y como gestionarlos ya que durante la adolescencia y otras más etapas futuras se presentan situaciones que con unos conocimientos previos estoy segura que prevendríamos muchos casos de bullying y marginación.

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  25. Como queda reflejado en el texto, creo que propiciar las emociones como recurso didáctico en pro de una mejor educación debe ser el modelo que deben seguir los nuevos educadores, pues al presentar la información de forma más atractiva, lograremos despertar en los alumnos el interés por lo que leen o escuchan consiguiendo que estos conocimientos asociados a momentos placenteros sean mejor asimilados y fijados en la memoria.
    Comparto con Golleman que la habilidad para gestionar y transformar las emociones debe ser implementada en la escuela, que es donde los chicos tienen más oportunidades de socializar, para que los alumnos aprendan a manejar sus propias emociones y a interactuar con las de los demás. De este modo, la escuela pondrá su granito de arena en la formación de individuos más solidarios, empáticos y tolerantes.

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  26. Creo que es tan importante educar en las materias obligatorias tales como matemáticas, lengua, historia, biología como en educacional, algo que en muchas ocasiones se da de lado en las escuelas. La educación emocional puede ayudarnos a alcanzar nuestras metas personales,todas nuestras cualidades dependen de cualidades emocionales y sobre todo, cualquier decisión que tomemos en la vida tiene un componente emocional por ello es imprescindible prestarles atención y no dejarlas a un lado.Si no gestionamos bien la educación emocional podemos incluso llegar a tener problemas físicos.

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  27. estoy muy de acuredo con que es necesaria la educación emocional, al mismo nivel que la lógica. Son muchos los alumnos que debido a inestabilidad emocional no afrontan sus estudios como deberían y se ve reflejado en los resultados. Considero que un buen profesor debería tratar ambas educaciones a la par y así conseguirá tener alumnos excelentes dentro de sus propias capacidades.

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  28. Es algo que está refutado por muchos estudios, la experiencia y la emoción hacen más por el aprendizaje que la obligatoriedad, la presión o cualquier otra técnica (que tradicionalmente han sido utilizadas en educación).
    El "problema" que encuentro es que para ello se necesita formación y tiempo, y la educación está sometida a mucha presión legislativa, empresarial, social,... Que acortan los tiempos y dan prioridad a la competitividad. Creo que es imprescindible deconstruir estas ideas y avanzar hacia la emoción y la flexibilidad de tiempos para que cada alumno pueda desarrollarse a su ritmo y de forma adecuada. Evitaremos así muchos casos psiquiátricos que son consecuencia de una infancia gestionada emocionalmente de forma inadecuada.

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  29. Uno de los recuerdos de mi infancia fue el día que en el colegio nos mandaron a leer Harry Potter, un libro que para un niño podía parecer enorme, sin embargo, aquel año aprendimos más que cualquier otro, nos tocó la parte más emocional. Lo leíamos porque “queríamos” y no por “obligación”, cosa a la que no estábamos acostumbrados ya que la educación tradicional se basaba en soltar lo que había que aprender y memorizar por parte del alumnado. Por suerte las cosas están cambiando y estoy segura de que la educación dará un giro de 360 grados y gran parte de ella se centrará en tratar esa parte emocional que ha sido siempre la gran olvidada.

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  30. Este texto me ha hecho recordar a ciertos profesores de mi infancia. Solo me queda escribir ''gracias''. Gracias a esos profesores que en su día rompieron la ''norma'' (y a todos aquellos que lo siguen haciendo, y siguen luchando por cambiarlas). Dejáis huella.

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  31. La educación emocional es esencial para el desarrollo humano. De qué le sirve a un niño saber colocar neptuno en el universo, si no sabe donde poner su rabia. Debería ser una asignatura más a impartir en los colegios.

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  32. La inteligencia emocional nos ofrece herramientas para la vida. Sin lugar a dudas debería ser el andamio en torno al cual se construyen el resto de aprendizajes.

    Creo que es necesario conocer bien al alumnado para poder llegar a nuestro objetivo pedagógico a través de sus emociones,sus gustos, lo que de verdad les mueve. Ahí tendremos la llave para alcanzar un aprendizaje significativo.

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  33. La educación emocional es muy importante en las aulas de hoy en día. Cuando se hacen las cosas con ilusión se aprende mejor manera que si lo hacemos de una manera más tradicional.

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  34. Abogar por una educación basada en el desarrollo de la inteligencia emocional es fundamental para el buen desarrollo de los niños y niñas. EL aprendizaje basado en la experiencia, en las emociones y en la práctica dará mayores y mejores resultados que una enseñanza basada en la obligatoriedad de ciertas asignaturas.

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  35. La inteligencia emocional es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones de cada persona, de ahí su importancia. Si no la trabajamos con el alumnado, ¿cómo van a saber percibir, expresar, comprender y gestionar sus propias emociones frente al mundo que les rodea? Desde mi punto de vista, no tendría que ser una asignatura como tal ya que las emociones y los valores no se aprenden con unos contenidos específicos, sino que se van adquiriendo con el desarrollo de diferentes situaciones. Así y de acuerdo con el texto, debería ser utilizada como un recurso didáctico para el posterior desarrollo de las diferentes asignaturas, prestando atención a las emociones y sensaciones que éstas despiertan en los alumnos para partir de sus gustos e intereses.

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  36. Solo imagina una sociedad en la que se nos educan siendo conscientes de nuestro cuerpo, de nuestros sentimientos y del de los demás, imagina que todos somos conscientes de la importancia de la emociones. Que diferente sería el mundo, ¿no?.
    No creo que la inteligencia emocional debiera de ser una asignatura más, pero si creo que debería de ser un requisito intrínseco en la educación, que desde el jardín de infancia esto sea lo primero que se trabaje en la forma de enseñar desde el inicio de nuestra vida escolar, creo que seríamos seres muy diferentes.

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  37. Muy de acuerdo con el texto, las emociones las experimentamos cada día como seres humanos que somos, es por eso la importancia de aprender a gestionarlas, así como llevarlas a cualquier ámbito ya que nos ayudarán a comprender mejor los contenidos, así como vivir experiencias más satisfactorias para nuestro aprendizaje.

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  38. La inteligencia emocional es necesaria en el aula, ya que el alumnado debe aprender a gestionar sus emociones. Por ello, la labor del docente está en crear situaciones donde los niños y niñas interactúen entre ellos, resuelvan problemas…y así aprendan a convivir y que mejor manera que conociendo tus propias emociones y la de los demás.

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  39. En mi opinión, para poder llevar a cabo estas cuestiones tan necesarias hoy en día, es de vital importancia que los docentes reconozcan la importancia de las emociones para el aprendizaje y no tratarlas de manera aislada, sino que deben integrarlas en todas las áreas de conocimiento y, a partir de allí actuar en consecuencia. Si se continúa con la utilización de esas metodologías rígidas en las que el alumnado es un mero espectador y el docente solo un transmisor de conocimiento, nunca se verá un cambio real en educación. En cambio, si se le devuelve el protagonismo al alumnado, este se verá comprometido con el mismo y se estaría trabajando a favor de la inteligencia emocional, se estaría construyendo conocimientos de una manera acorde a la naturaleza infantil.

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  40. Seguramente se puede aprender a través de las emociones pero el desarrollo de la inteligencia emocional también favorece habilidades socio-emocionales necesarias para aprender a "ser" más que a "hacer". De hecho se trata de habilidades que coinciden con los factores protectores de resiliencia, así que la educación emocional no solo debería ser una herramienta de mejora del aprendizaje sino uno de los fines del mismo aprendizaje.

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  41. Las emociones son la pieza fundamental de todo individuo para relacionarse con el mundo, no solo con el que se está familiarizado, sino también aquel en el que en un principio es ajeno y que paulatinamente y gracias a las emociones va adquiriendo un determinado sentimiento de arraigo. Conformar a un individuo desde la sensibilización a los otros garantiza un ciudadano consciente de su propia existencia y la de los demás.

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  42. La inteligencia emocional es la capacidad indispensable a la hora de diferentes procesos de aprendizaje en la escuela. Cuando vemos el currículo de diferentes asignaturas podemos observar que se deja de un lado las emociones, que no se trabajan como tal. Esto hace que los profesores no tomen en cuenta las emociones de su alumnado y no la intenten trabajar con ellos y ellas dando lugar así a una "escuela del lado izquierdo". Por lo tanto, es importante trabajar la inteligencia emocional al igual que cualquier otro contenido que aparezca en el currículo para que así, el alumnado se pueda desarrollar de manera integral en su vida.

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  43. Este post nos hace reflexionar sobre las prioridades que un sistema educativo que sea sostenible debe tener. Desde mi punto de vista, la inteligencia emocional es la base de todas las demás materias que se nos enseñan a lo largo de la vida. El saber reconocer nuestros sentimientos, identificarlos y trabajar sobre ellos es vital para el bienestar de una persona en nuestra sociedad. Es aparente que esta es la asignatura pendiente en las escuelas, institutos y universidades. Aparte de trabajar en los sentimientos propios, una de las partes más importantes es que, a través de la inteligencia emocional, somos capaces de reconocer los sentimientos y las emociones de otros, y de este modo saber cuándo reaccionar de manera positiva o negativa. Si no somos capaces de entender cómo nos sentimos y por qué, nos será más difícil gestionar el estrés y la ansiedad que viene con la vida adulta. Sería vital que se enseñase esto en las aulas para que el día de mañana los ciudadanos sean capaces de llevar vidas mejores y más felices.

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  44. El paso inicial para que se produzca cualquier tipo de aprendizaje es la emoción. Conseguir comprender qué sentimos o qué sienten nuestros alumnos no es tarea fácil. Pero está de nuestra mano conseguir invertir el sistema educativo para alcanzar una educación de calidad que escucha las necesidades del alumnado. ¿Pretendemos seguir ciñéndonos a la ley y dejar apartado nuestro lado más humano o empatizar y conectar con las personas que nos rodean? En mi caso, elijo la segunda opción. Elijo aportar mi granito de arena haciendo del aula un lugar acogedor y ameno, donde todos sintamos que tenemos un papel importante y que nos complementamos unos a otros. Un aula llena de ganas de aprender, inspirada en la célebre frase de Aristóteles que dice así: "Educar la mente sin educar al corazón no es educar en absoluto".

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  45. Es una pena que la legislación educativa no entre en temas como la inteligencia emocional, sin embargo es un augurio positivo ver ejemplos como el del CEIP Julio Caro Baroja, centros que apuesten por este modo de educar y dé buenos resultados, sin duda, en un futuro no muy lejano, desarrollar la inteligencia emocional será un punto clave en la educación de nuestro país.

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  46. Completamente cierto. Al pasar los años y abandonar el sistema educativo, el alumnado recordará con agrado aquellas materias cuyos profesores trabajaban los aspectos más olvidados; las emociones. Muchas materias básicas pasarán al olvido por el simple hecho de que, el/la docente que la haya impartido, no haya hecho más que transmitir información al alumnado; eso es innecesario ya hoy en día. No necesito aprenderme los nombres de los reyes de España cuando, haciendo una búsqueda en google, en menos de un minuto tengo la respuesta.

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  47. Me parece muy importante que en las escuelas se fomente y se trabaje en el desarrollo de la inteligencia emocional de los alumnos, puesto que es un aspecto fundamental en el crecimiento de las personas, y es una pena que, en los tiempos que corren, esta materia carezca de la importancia de la que precisa.
    A pesar de todo ello, ha sido una grata sorpresa ver que el colegio en el que estudié de pequeña, el CEIP Julio Caro Baroja, está trabajando en el desarrollo de la inteligencia emocional. ¡Enhorabuena por la evolución y un saludo a todo el personal!

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