Pedagogía de la coasociación

Foto de Leo Hidalgo vía Flickr

Hasta no hace mucho, el docente tenía el monopolio del conocimiento en el aula. Su forma de gestionarlo podría asemejarse a la de un FERROVIARIO con sus TRENES: hacía circular a los alumnos por las vías del saber que se iban construyendo en clase, a la velocidad constante que marca el flujo de información liberado en cada momento. Todos tenían claro qué había que saber al llegar a cada estación y también lo que esperaba al final del trayecto.

En poco tiempo la escuela ha cambiado mucho, tanto que se habla de la «cuarta revolución educativa». Para comprender la magnitud de esta transformación basta recordar las anteriores. La primera revolución se produce cuando la educación deja de ser particular y se integra en instituciones colectivas; la segunda viene con la aceptación del estado de la responsabilidad de educar, en detrimento de la iglesia; y la tercera surge a raíz de la concepción de la educación como un derecho, y no como un privilegio. ¿Qué motiva el anuncio de una cuarta revolución? La respuesta hay que buscarla en los avances tecnológicos que han modificado nuestra relación con el conocimiento.

Si nos centramos demasiado en lo que HAY QUE saber, olvidaremos lo que cada persona PUEDE aprender. Pedagogía vía Twitter

La escuela ya no es, como antes, un centro de distribución de saberes. Los alumnos y alumnas de hoy no son trenes sino COHETES: viajan a lo desconocido, a una velocidad inusitada y sin seguir trayectorias similares predeterminadas. Esto no es un problema, el problema surge cuando se pretende elevar un transbordador espacial con el carbón de los antiguos ferrocarriles. La escuela de hoy demanda una nueva pedagogía, una pedagogía para cohetes.

Marc Prenskyi, en su libro Enseñar a nativos digitales, aboga por una nueva forma de relación con el alumnado, la «coasociación», que se basa más en formular preguntas que en proporcionar respuestas; más en disponer medios para acceder al conocimiento que en exponerlo en clase; o en descubrir lo que tus alumnos hacen mejor y utilizarlo como andamiaje para construir el aprendizaje. En definitiva, la nueva metodología entiende que el docente ha dejado de ser el fogonero que alimenta la locomotora para convertirse en el ingeniero que posibilita el viaje de los astronautas. De lo contrario... «Houston, tenemos un problema».

24 comentarios

  1. Hoy informarse y obtener conocimientos está al alcance de la mayoría de la gente, por lo que me parece bien que la educación se "transforme" y que los profesores estimulen más debates con los que reflexionar o enseñarnos a aprender, es decir, a saber cómo movernos dentro de las nuevas tecnologías para que podamos llegar a dónde queramos.
    Creo que el espacio de explicar las cosas es importante, porque a veces los alumnos podemos leer cosas, que explicadas por alguien que las ha estudiado y las sabe, nos hace interpretarlas bien y que sepamos a ciencia cierta a que se refería esa lectura.

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  3. La forma de transmitir la información debe cambiar. Los docentes deben permitir que sus alumnos piensen y trabajen la información antes de darles la respuesta a sus dudas. De esta forma se realiza un aprendizaje activo y se sacará más provecho del tiempo invertido pensando sobre el tema en cuestión

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  4. Con la llegada de las nuevas tecnologías los alumnos pueden llegar por sí solos a cualquier tipo de información que quieran saber. Es labor del docente la de formar a estos alumnos para saber utilizar estas nuevas tecnologías y para que saquen de ellas el máximo beneficio posible.

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  5. Aprender cosas nuevas es muy fácil hoy en día ya que disponemos de diversos recursos, pero muchos jóvenes estamos acostumbrados que nos den una respuesta antes de gestionar la información y crear esa respuesta. Existen respuestas que esforzándonos cada uno un poco podemos averiguarlas pero regimos la ley del mínimo esfuerzo, que si nos lo dan hecho, nos ahorramos ese esfuerzo.

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  6. MARIA DOLORES GONZÁLEZ PÉREZ2 de noviembre de 2018, 16:40

    Creo que dar la espalda a las tecnologías es como dar la espalda a la realidad en la que vivimos y nos relacionamos a diario. Para instruir a nativos digitales, a cohetes siguiendo el símil del artículo, necesitamos actualizar nuestras destrezas digitales, además el ritmo del cambio nos exige que no nos durmamos en los laureles.
    No perder de vista nuestro principal objetivo y nuestro compromiso con la enseñanza de nuestros niños hará que reconozcamos la importancia y necesidad de mantenernos al día en las nuevas tecnologías o en cualquier otra circunstancia que en un futuro se nos pueda requerir.

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  7. Hoy en día gracias a la cantidad de avances que tenemos a nuestra disposición, como las nuevas tecnologías, tenemos todo al alcance de nuestra mano y, es por esto, por lo que los docentes tienen que estar a la altura de estos avances y sacar el máximo provecho de ellos. Por ello, me parece muy adecuada esa nueva forma de relación con el alumnado, la coasociación, ya que el docente tiene que proporcionar las herramientas necesarias a sus alumnos para que estos puedan tener la libertad de pensar, reflexionar, razonar, buscar y experimentar.

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  9. Estoy de acuerdo con el texto, no podemos seguir utilizando los mismos medios de enseñanza antiguos. Al igual que la sociedad y tecnología avanzan, la educación no debe quedarse atrás y me parece beneficioso un cambio, pasando de dar todas las soluciones a dar las herramientas para llegar a las respuestas. Cuando trabajamos por nosotros mismos el aprendizaje es más sólido y duradero.

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  10. Rafael Enrique Reigal Garrido6 de noviembre de 2018, 15:36

    Pienso que estamos en un momento de cambio. Tal y como se educó hace años está obsoleto, pero además considero que en un margen de pocos años ni se va a educar como pensamos ahora. Es decir, el cambio social y tecnológico que se ha producido en los últimos años está cambiando la manera de enfrentarnos al mundo, pero aún estamos en ese proceso de cambio. No sabemos exactamente que nos deparará. Lo que está claro es que debemos subirnos al barco que nos permitirá llegar a esos puertos, porque si no estaremos muy lejos de alcanzarlos.

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  11. Que hayan innovaciones o modificaciones en la educación es algo necesario. Siempre se puede encontrar algo en lo que mejorar, algo que modificar, como ocurre con la tecnología.
    Esta tecnología, en gran parte, ha hecho que el niño/a sea capaz de mostrar, por ejemplo, una rapidez mental mayor, responda de una manera más “avispada” ante estímulos. Esto es una de las consecuencias por las que la educación necesite avances continuos.
    La coasociación ayuda a despertar en los niños/as esa necesidad de hacerles pensar, reflexionar.

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  12. El docente en muchas ocasiones actúa como si él es la única persona que dispone de conocimiento e información, pero se equivoca. En la actualidad, todos podemos acceder a través de las nuevas tecnologías a toda la información relevante o de nuestro interés. Tenemos que tomar conciencia de este avance y trasladarlo al aula. Introducir en las clases todos los avances tecnológicos que tenemos a nuestra disposición para crear un aprendizaje real y significativo.

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  13. Particularmente no estoy muy de acuerdo con que la realidad sea lo que en este post se expone. Puede ser que los alumnos de hoy día sean más parecidos a los cohetes que a los trenes, pero creo que no es del todo cierto. Muchos padres prefieren que sus hijos sigan siendo trenes dirigidos y con un camino marcado en el que le dan lo que se tienen que aprender y fin. Adiós al pensamiento propio.
    El trabajo del docente es guiar y aportar los conocimientos y herramientas a los alumnos para que estos aprendan y desarrollen sus propias ideas, pero muchas veces se ven impedidos por los "padres guardaespaldas".

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  14. La tecnología está permitiendo el avance continuo en todo, por ello al igual que este post describe, se deberían utilizar nuevos métodos en el aprendizaje, métodos más modernos y eficaces, que permitan al alumnado cooperar, intercambiar e interactuar con el profesorado. Pues ellos ya no son los únicos que aportan el conocimiento, gracia a que en la actualidad disponemos de distintas fuentes de información para poder formarnos individualmente.
    Por tanto la coasociación me parece un método bastante interesante y lógico para fomentar el buen desarrollo.

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  15. Totalmente de acuerdo. No se puede pretender seguir anclados en una educación antigua y desfasada. Vivimos en un mundo en continuo cambio y evolución y, por tanto, la educación no podía ser menos. Por desgracia, aún no se ha creado la consciencia social necesaria para que se produzca de forma globalizada la instauración de este nuevo sistema educativo en el que, no se den respuestas sin dejar que las personas piensen por si mismas, sino de crear preguntas que hagan reflexionar al alumnado, genere un mayor interés y el aprendizaje se base en experiencias, tal y como se menciona en el artículo anterior. Tengamos esperanza en que no tarde en ocurrir porque creo que sería un gran salto para la educación y traería consigo numerosas ventajas.

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  16. La transmisión de conocimientos y contenidos deben adecuarse a las nuevas tecnologías existentes. La expresión de nativos digitales ya resuena mucho, pero las revoluciones eran un desconocimiento para mí. La idea de lo innecesario, en algunos casos, del almacenaje de información en la mente es una conversación recurrente ya que existen multitud de aparatajes, nubes y demás dispositivos, que nos facilitan esa labor. Tanto es así que creo que nos estamos convirtiendo de “Diógenes de la información”.
    La participación del alumnado en su aprendizaje “pedagogía de la co-asociación”, como la tutorización entre iguales (a mi parecer) debe ejercitarse de forma continua, dejar al profesorado el papel de guías o “ingenieros”, que les facilita el viaje, pero dejarlos experimentar por ellos mismos.

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  17. En mi opinión, el papel del docente como acompañante al aprendizaje a través del uso directo del material y la creación de experiencias propias por parte del alumnado, es la mejor actitud pedagógica teniendo en cuenta la generación digital en la que vivimos.

    El nuevo contexto ha creado un nuevo tipo de analfabetismo, el analfabetismo digital, y para evitar caer en esta condición es importante adaptar la escuela y adaptarnos nosotros mismos a las nuevas necesidades, poniendo barreras que puedan evitar la fatiga que puede crear el exceso de información.

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  18. Lo que presenta este post es una transformación radical del paradigma de educar. Nos exige vislumbrar el futuro. Creo que podemos ser conscientes de que no se puede seguir enseñando de la misma manera, y consistirá en soltar una retahíla de conocimientos. Sin embargo, hay que preguntarse ¿qué será necesario para amueblar muy bien la cabeza de nuestros jóvenes para que puedan volar.

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  19. Beatriz García Martín9 de noviembre de 2018, 13:05

    El texto nos presenta una maravillosa analogía, y esta nos lleva a reflexionar sobre la necesidad de cambio en la educación. La llegada de las tecnologías nos ha hecho a todos poseedores de información a través de una amplia gama de recursos, por lo que el papel del docente ha cambiado, ahora es el encargado de guiar y proporcionar a sus alumnos las herramientas necesarias en su aprendizaje, teniendo en cuenta las características que estos poseen.

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  20. Estoy de acuerdo con el post, puesto que no podemos seguir utilizando las mismas técnicas antiguas en la actualidad ,entonces debemos formas a nuestros alumnos de foran que utilicen al máximo y de forma correcta las tecnologías para sacarles partido.

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  21. Creo que es fundamental abolir toda tarima y actitud de sabelotodo por parte de los docentes en las escuelas.
    Yo he visto como niños les han explicado un dato desconocido para ellos a los docentes y estos reaccionar de mala manera e incluso negarlo porque realmente lo desconocían.
    Creo que es importante renovarnos siempre y estar preparados para el conocimiento a todas las edades.
    Basta de tarimas, basta de clases magistrales, basta de banquetas unificadas por niño, fomentemos el aprendizaje cooperativo y los docentes como guías del aprendizaje siempre a la disposición.

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  22. "La escuela ya no es, como antes, un centro de distribución de saberes. Los alumnos y alumnas de hoy no son trenes sino COHETES: viajan a lo desconocido, a una velocidad inusitada y sin seguir trayectorias similares predeterminadas"

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  23. Los niños y niñas de oy saben mucho de tics, pero hemos descuidado el desarrollo de otros conocimientos y ámbitos de la personalidad. Es necesario que abandonen un poco estas tecnologías y se acerquen a lo cotidiano sin la intermediación de las tics. Pero es verdad, no se pueden obvia que tienen acceso a muchisima información y conocimientos mucho antes que nosotros. Esto está limitando el desarrollo de su creatividad, su imaginación y de su personalidad.
    la co-asociación es hacer complice al alumno y mirarlo de igual a igual. Y es que todos sabemos las ventajas y beneficios del aprendizaje entre iguales. Ese cambio de rol del educador le permite avanzar mucho más rápido y aportarle a los alumnos las herramientas necesarias para descubrir y formar sus propias redes de información.
    Lo que no llego a comprender es si la escuela debe permitir que los niños se conviertan en cohetes o debe de frenarlos un poco, pues quizás deberíamos permitirles que sean niños durante más tiempo.

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  24. Las nuevas tecnologías han hecho posible el acceso a la información, que antes era un recurso casi exclusivo del profesorado. No podemos obviar los grandes avances que las nuevas tecnologías han puesto en nuestras vidas, pero todos sabemos que su uso es indiscriminado, sobre todo por los más jóvenes, que al mismo tiempo son los más vulnerables y pueden llegar a sacar conclusiones erróneas. Por ello, me parece necesario un cambio respecto al modelo anterior, los profesores tienen que estar a la altura de los avances tecnológicos proporcionando métodos de aprendizaje activos y facilitando los instrumentos necesarios para promover el razonamiento, la reflexión y el juicio crítico, cambiando así la forma de transmitir la información. En este sentido, la co-asociación puede dar una respuesta muy adecuada, ya que el aprendizaje es más duradero cuando es producto de nuestro esfuerzo particular que cuando nos viene dado.

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