Los guardaespaldas

Foto de Astro Naut vía Flickr

Recientemente un profesor de Secundaria le preguntó a un colega de Primaria si su clase era problemática. La respuesta del maestro refleja bien el cambio que han sufrido las relaciones familia-escuela: «En Primaria los problemas no los dan los niños, como sucede en Secundaria. En primaria los problemas los dan los padres».

El periodista David Sedaris relata en su bestseller, Let´s explore diabetes with owls, una vivencia que no le resultará ajena a los que trabajan a pie de aula. Es el caso de un adolescente que estaba grafiteando un buzón en el exterior del supermercado en el que sus padres compraban. Cuenta Sedaris que un vecino puso su mano en el hombro del chico y le llamó la atención. En ese momento, los padres de la criatura salían con sus bolsas. Rápidamente se encararon con el hombre, que les explicó el motivo de su recriminación. No atendieron a razón alguna: «¿Quién se ha creído usted que es para tocar a mi hijo?», espetaba mamá al tiempo que papá desenfundaba su móvil para llamar a la policía.

En España ya conocíamos a los «padres helicóptero», que revolotean constantemente sobre los asuntos de sus hijos. También habíamos visto «padres apisonadora», especializados en allanar el camino que pisa su progenie. Sin embargo, la hiperprotección no era un fenómeno habitual en nuestras escuelas. Vive su apogeo en Estados Unidos, donde es normal que los «PADRES GUARDAESPALDAS» salten a la yugular de cualquiera que ose criticar o reprender a sus protegidos.

En muchos casos, estas actitudes están cargadas de buenas intenciones (darte lo que yo no tuve, demostrar que siempre estaré de tu lado, evitarte mi calvario…). A pesar de ello son nocivas para la educación. Ya decía Einstein que el aprendizaje es experiencia y todo lo demás es solo información. Pero lo peor no es lo que se deja de aprender cuando la vida transcurre entre algodones, sino lo que se enseña a través de un ejemplo directo de arbitrariedad y desmesura de un referente educativo tan poderoso como son los padres.

No es de extrañar que detrás de ese adolescente problemático de Secundaria haya una pareja de guardaespaldas, que ahora ve cómo el que fuera su protegido se ha convertido en su tirano.

51 comentarios

  1. Gran artículo, enhorabuena. Evidentemente, el abandono de las funciones familiares (dejar la educación en manos de personas que no imponen autoridad), la sobreprotección (ante la primera señal de malestar retirar al niño de cualquier situación que le genere frustración), hábitos familiares determinados por la escasez de tiempo (dejarlos desarrollarse conforme a sus inclinaciones naturales), ausencia de autoridad (no se les exige el cumplimiento de responsabilidades ni se les llama la atención en caso de desobediencia), permisividad (permanecer callado antes que discutir con los hijos, por lo que toleran que les griten o les agredan, incluso en presencia de otras personas) y sobre todo, falta de elementos afectivos, como la calidez en la relación con los hijos provocan este tipo de realidades. Afortunadamente ya sabemos cómo combatirlo: incluyendo la Educación en Valores y Escuelas de Padres efectivas en las aulas. Los padres no nacen sabiendo y la comunidad educativa debe estar preparada para dar respuestas. Un saludo. Rebeca Palacios.

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  2. Las personas somos viscerales y un hijo duele mucho, por eso no queremos que nadie le diga nada a los hijos, mejor que se lo digan a sus padres antes de recriminarles a los chicos nada y que los padres si son cívicos, ya le enseñarán cómo ellos saben.
    Por la otra parte estoy de acuerdo que como se encubra a los hijos, pueden llegar a hacer en el futuro lo que les dé la gana, porque las cosas que han hecho hasta ahora, los hijos la han visto reforzadas por estos comportamientos de los padres.

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  3. Muy interesante la visión de este tipo de padres de como no por dar más lo van a hacer mejor.

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  4. Conozco varios casos de "padres guardaespaldas" y creo que su posición no es nada correcta. Muchos de ellos piensan que, con sus acciones, protegen a sus hijos de los castigos o reprimendas que el profesor haya podido hacer.
    En primer lugar no se dan cuenta que no dejan hacer su labor al docente, que posiblemente sepa más al respecto que el propio padre.
    Y en segundo término, muchos de estos "guardaespaldas" realizan estas acciones porque piensan que los profesores le tienen manía a sus criaturas por tal o cual cosa y por eso pretenden "hacer justicia" porque es más fácil pensar que la culpa es del docente y no de su hijo.
    Está claro que los protegidos de los "padres guardaespaldas" no aprenderán a pagar por lo que han hecho o a hacerse cargo de sus obligaciones si sus progenitores no los van a dejar hacerse cargo de sus errores.

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  6. Nadie enseña a ser padre, no existe ningun plan de estudios que lo trate, ni escuelas ni universades, ni masters o posgrados sobre cuidado y educación de nuestros hijos. Sobre esto sólo nos queda acudir al sentido común y a la historia. No queremos repetir los fallos de nuestros padres y cometemos otros. Los niños deben enfrentarse a la vida y los adultos debemos ofrecerle la oportunidad de hacerlo contando con las herramientas necesarias, orientarlos y prepararlos para que desarollen su libertad e idependencia. Es un problema que nos atañe a todos y que va a marcar nuestro futuro. Resulta muy complicado conseguir que se generalizen la formación de padres y madres en los centros educativos y, sobre todo, que luego participen en ellos. La escuela se debe de preparar para este reto e incluir activamente a las familias en el proceso educativo.

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  8. Este articulo me parece interesante por su temática familiar, considero que es muy difícil educar de la manera educada a nuestros hijos, porque tendemos a sobreproteger o malcriar. Debemos dejar que nuestros niños se enfrente a la vida y nosotros solamente debemos de orientar o aconsejar, nunca condicionar. Los padres deben ser críticos y afirmar que sus hijos no hacen las cosas de manera correcta. Es cierto que la figura autoritaria ha perdido mucha importancia en las familias y cada vez nos encontramos con más niños malcriados y consentidos.
    En conclusión, tendemos a los exceso y esto nunca es bueno. No necesitamos figuras sobreprotectoras ni dejadas, un termino intermedio es lo ideal para la buena educación de los más jóvenes.

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  9. Creo que este es un buen artículo y refleja la cruda realidad pero hay muchas perspectivas desde las que mirarlo. Por un lado veo bien que un padre defienda a su hijo siempre que esté en su mano y me parece admirable viendo las de niños "abandonados" que hay en la actualidad, aún teniéndolo todo. Pero bien es cierto, que en exceso todo es malo y creo que ese es el problema. Que no tenemos punto intermedio y que saltamos a la mínima. Los padres no aguantan que nadie regañe a su hijo, aunque sea por su bien, sin llegar siquiera a querer saber que ha hecho su hijo. Creo que todo debemos entender que la vida no es blanca ni negra, que en medio hay una gran gama de grises.

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  10. Se ha evidenciado como una excesiva sobreprotección a los hijos resulta perjudicial, ya que estos no aprenden de las consecuencias de sus acciones ni de la diferencia entre lo que está bien y lo que está mal. Además muchos de los padres con conductas educativas como las mencionadas no poseen experiencia en temas de crianza de hijos y desconocen que están actuando de forma inadecuada, por este motivo pienso que dichos padres deberían escuchar y hacer caso de los consejos que los docentes les den, ya que son personas más preparadas en cuanto a técnicas de educación y crianza. Sin olvidar que son los padres los que tienen el deber educar a sus hijos y no los docentes de las escuelas.

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  11. Muy buen artículo y, bajo mi punto de vista, refleja una problemática muy importante actualmente. Un exceso de protección de los padres hacia los hijos es muy perjudicial para la educación y desarrollo personal de éstos. Los padres deberían dar a sus hijos una serie de directrices para saber cómo afrontar la vida y poder vividla de forma feliz, pero, partiendo de esa base, el hijo debe afrontar las distintas situaciones para poder aprender a base de la experiencia y de los errores cometidos.De lo contrario, el hijo generaría una falta de autonomía increíble ya que permanece siempre en la zona de confort proporcionada por los padres ante cualquier situación.
    Por otro lado, el trabajo del profesor no es únicamente educar a los alumnos, obviamente dentro del aprendizaje entra educación básica, pero las personas que deben educar a sus hijos dentro de unas obligaciones, responsabilidades y derechos son los padres.

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  12. Carlos Berrocal Garcia31 de octubre de 2018, 13:52

    Los padres muchas veces actúan de mala manera, en el caso de que su hijo haga algo malo y un viandante le llame la atención al niño, los padres atacan al viandante por llamar la atención a su hijo; pero si los padres no llaman la atención al hijo alguien lo tendrá que hacer. Ahí existe la complementación, entre los padres y los demás ciudadanos aunque esto lleve a otro conflicto pero si no pienso que cada uno haría lo que le apeteciese sin saber si está bien o mal. El mejor aprendizaje es a través de la experiencia, cuando uno lo sufre en sus propio ser.

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  13. MARIA DOLORES GONZÁLEZ PÉREZ31 de octubre de 2018, 15:40

    Actualmente, por desgracia, creo que resulta fácil para cualquiera encontrar ejemplos cercanos de padres y madres que, sin duda con su mejor intención, sobreprotegen, defienden y justifican a toda costa las conductas, muchas veces más que reprochables, de sus hijos/as. Y en muchas ocasiones, llegan incluso a enfrentarse de manera injustificada y desproporcionada ante cualquiera que intente reprobar las conductas inadecuadas de sus hijos/as.
    Desde mi punto de vista, este tipo de actuaciones por parte de los progenitores acarrea, al menos, dos graves consecuencias para sus hijos/as. Por una lado, tal y como corroboran los expertos, con la sobreprotección no hacemos más que dificultar el crecimiento personal de nuestros hijos/as y los condenamos a convertirse en adultos poco responsables debido a que durante su niñez, sus padres solucionaron todos sus problemas o situaciones conflictivas impidiéndoles que desarrollasen su responsabilidad o lo que es lo mismo su habilidad para responder. Y, por otro lado, este tipo de actitudes en los progenitores no hace más que dificultar la labor de los docentes. Los padres no deben olvidar que la educación persigue el desarrollo integral del alumno/a y que para esa labor es necesario el trabajo conjunto de toda la comunidad educativa, entre la que se incluyen el profesorado y las familias.
    En conclusión, si tenemos en cuenta que todos los padres y madres quieren lo mejor para sus hijos/as y que estos no vienen con un manual sobre cómo ser padres. Pienso que sería positivo el fomento de las denominadas Escuelas de Padres en las que estos puedan encontrar la ayuda, el apoyo, el asesoramiento o la información que necesiten para que puedan "ofrecer los mejor a sus hijos/as" con cierta garantía de éxito.

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  14. Actualmente, el problema de los padres sobreprotectores aparece en los telediarios sin que nos impresione. Los casos han aumentado y, obviamente, es un gran problema. Como se menciona en el texto, probablemente se trate de padres que únicamente quieren lo mejor para sus hijos, sin pensar en los problemas que ellos mismos les causarán al no dejarles solventar las dificultades por su cuenta. La importancia de enfrentarnos a situaciones y resolverlas por nosotros mismos es vital para el desarrollo de las personas, porque no se consigue prosperar si siempre dependemos de la aprobación o corroboración de alguien en quien dejamos caer todas nuestras responsabilidades.

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  15. Rafael E. Reigal Garrido1 de noviembre de 2018, 22:21

    Pienso que la sobreprotección es un síntoma del verdadero problema. Por un lado, la educación, los hijos, son dimensiones de la vida familiar que deben ser construidos poco a poco, con dedicación y con cariño. Actualmente, hay un grave problema en la sociedad actual que es los excasos recursos que tienen algunas (o muchas) familias para conciliar la vida personal y familiar. Eso hace que los problemas quieran resolverse de manera fugaz y eso no siempre es posible. Hay que dedicar tiempo en la educación de los hijos y eso requiere muchas veces cambiar planes personales/familiares para adaptarse a las necesidades de los hijos. Por otro lado, considero que la sociedad en general carece de apoyos que permitan a las familias estar acompañadas en este proceso. Cada vez se vive de manera más individualizada y eso hace que no existan apoyos fuertes en momentos necesarios. Y por último, estamos "corroidos" por una sociedad que carece de sentido crítico, que consume información basura y que está generando modelos de conducta de dudoso valor moral.

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  16. Desde mi punto de vista, la educación es un tema que da mucho de lo que hablar. La educación es muy compleja, pues en pocos casos se diría que se transmite la adecuada, ya que entre los mayores responsables están los padres, con diferentes tipos de perspectivas.
    Al igual que este escrito, estoy de acuerdo en que los padres que siempre tienen que pasar por una primera vez, deberían escuchar y dejarse aconsejar por docentes que tienen más experiencia y sabiduría sobre este tema. La sobreprotección para mí no es buena en ningún sentido. Los padres son los que deberían de ayudar a sus hijos a saber afrontar el mañana, no obstante, también se necesita la experiencia y el aprendizaje por parte del hijo, puesto que cada persona necesita un futuro de autosuficiencia e independencia.

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  17. Poniéndome en la posición de los padres y madres, entiendo que quieran tener una atención especial sobre su hijo/a, pero quizás esa atención, sin ellos/as darse cuenta, puede llegar a ser una “sobreprotección”.
    Porque, como se cita en el post, la experiencia es lo que va a hacer al niño/a de aprender en los diferentes aspectos. Una vez que el niño/a haya experimentado a hacer o reaccionar de alguna manera ante algo, cuando vuelva a encontrarse en esta situación, sabrá instintivamente cómo actuar, y podrá hacerlo incluso mejor.
    Con la “sobreprotección” de la que hablábamos antes, el niño/a estará de algún modo cohibido. Estará indefenso e inexperto ante muchas situaciones que se le planteen.

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  18. No sería necesario añadir mucho más a la frase citada de Einstein ("el aprendizaje es experiencia, todo lo demás es información"). Es necesario que el niño desde que es pequeño vaya aprendiendo y experimentando ciertas cosas por sí solo. Es cierto que los padres también han de proteger a sus hijos pero sin llegar a la sobreprotección o, lo que es peor, defenderlos frente a terceros que les están reprimiendo a sabiendas de que el niño ha obrado mal, como ocurre con el caso mencionado del graffiti. Si los padres dejan solo al niño para que el vecino le regañe,el niño probablemente no lo vuelva a hacer más. Si hacen justo lo mencionado en el texto el niño creerá que tiene razón y que podrá hacer todo lo que le da la gana, esté bien o mal, porque siempre van a estar sus padres para defenderle. En resultado a largo plazo de esto tendrá graves consecuencias

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  19. Desgraciadamente cada vez se espera más que la educación en valores forme parte de la educación escolar, mientras que las familias se desentienden por completo de este tipo de asuntos. En este caso se podría hablar de la responsabilidad, estos padres que defienden a su hijo al ser increpado por vandalismo quizás esperan que en la escuela se le enseñe a tirar los papeles a la papelera y mantener limpio el espacio para que haga lo mismo en casa, sin pasarseles por la cabeza la idea de que el niño recoja su propia habitación, no hablemos ya de colaborar en otras tareas. La actitud de estos padres termina siendo hipócrita cuando permiten que se les llame la atención a sus hijos en el centro, mientras ellos no lo hacen en casa, pero es peor aún en los casos en que ni siquiera el centro puede recriminar al alumno un mal comportamiento por miedo ya a denuncias, amenazas o agresiones en algunos casos.
    Y, sin embargo, soy consciente de que muchos de ellos lo hacen por desconocimiento, intentando quizás hacer lo que consideran lo mejor, por lo que quizás deberían fomentarse los seminarios o "escuelas de padres" para que pudieran tener referentes o conocimientos sobre estos tipos de comportamientos, que quizás ni siquiera hayan percibido en sí mismos.

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  20. La sobreprotección en las familias es consecuencia de nuestra nueva situación: menos hijos, menos tiempo para conocerles, para experimentar como padres,... mayor inseguridad (un mundo más universal, con peligros lejos del entorno cercano), un mundo de la inmediatez (creo que nosotros, como padres, sabemos esperar menos la madurez de nuestros hijos) y también seguramente somos menos humildes.

    Estos y muchos otros factores hacen que nos convirtamos en padres sobreprotectores. Parece inevitable...

    Sin embargo, de nada sirve que nos llevemos las manos a la cabeza, ni nos escandalicemos con cómo estamos. Creo que tanto padres como profesores tenemos un reto por delante. Si queremos construir ciudadanos que no se crean el ombligo del mundo y que sean capaces de afrontar las dificultades con las que se topen debemos situarnos muy bien ante los niños y los adultos.

    Ser conocedores de la nueva situación y contexto y muy firmes con nuestros objetivos, dejando a los adultos ser adultos, no dando lecciones, sino siendo referencia.


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  21. Me parece un tema de los más controvertido, ya que considero que no existe una única y correcta forma de educar a un hijo o hija. Hay ejemplos o experiencias que han ido bien, que dan buenos resultados, pero aquí está la grandeza de la diversidad humana y la riqueza que conlleva. Desde mi desconocimiento personal, ya que no soy madre, pienso que hay que aprender de las experiencias vividas en nuestra niñez, como aquellas que recordamos fielmente y por la que aprendimos a hablar con respeto a todas las personas o responder con una sonrisa con otra, o unos buenos días o incluso de cuando nos hicieron daño y por ese sufrimiento aprendemos, que eso duele y que no se lo haremos a otra persona porque sabemos lo mal que se pasa…de aquí debe salir la forma de educar, que como dice el texto los padres y/o las madres son el “ejemplo directo”, el referente educativo más poderoso.
    La frase del maestro, la considero una verdad como un templo, ya la había oído con anterioridad. Pero la explico desde la “clasificación” de padres y madres expuesta. El alumnado de primaria son personitas, las cuales son revoloteadas por su familia, para asegurar su bienestar, facilitar su acceso a “todo” y saltar ante cualquiera que les haga o diga algo que creamos en contra de nuestra “indefensa personita”. Desde mi perspectiva pedagógica, racional, personal y como dijo Aristóteles “en el término medio está la virtud”. Así que pienso que tanto la familia como el profesorado tenemos que revolotear desde diferentes distancias para intervenir cuando no puedan, hay que darles acceso cuando con sus propias capacidades no sean suficientes (e ir retirando si se pudiera para que se sean autosuficientes) y del tema guardaespaldas es más difícil, aquí entra otro elemento como es “la forma en la que se digan las críticas” pero de ninguna manera llegar a responder de mala manera. Pero, si de todas formas acaba por ser una persona adolescente tirana, la reeducación y reaprender, siempre estará ahí, quizás a esa persona necesitaba aprenderlo en un tiempo diferente. Mientras hay vida hay esperanza.

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  22. Beatriz García Martín5 de noviembre de 2018, 13:22

    Los casos de padres que sobreprotegen a sus hijos son cada vez más comunes en la sociedad. Antiguamente las apreciaciones del docente eran sagradas e incuestionables en la mayoría de situaciones donde se veían en vueltos sus hijos, pero ahora estas son debatidas constantemente.
    Considero que esta actitud en los padres produce un efecto negativo en la vida de sus hijos, ya que estos no van a conocer las consecuencias que producen sus actos. Todo ello, puede llegar a crear un individuo con malos modales, acomodado, egoísta etcétera. Pienso que lo ideal es proteger a los hijos en su justa medida, que los padres sean un apoyo en su desarrollo personal, pero a la vez es necesario dejadlos caer para que ellos puedan levantarse solos, así lograrán valorar las cosas y saber qué es lo que le deparará la vida.

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  23. Es importante conocer la posición que deben tener los familiares y, en este caso, los padres en la educación de sus hijos cuando del centro educativo se trata, es decir, no sobre proteger, acomodar y proporcionar una bagaje confortable para el desarrollo de su formación ya que se generará algo inverso tanto en su comportamiento como, en el transcurso de su vida, en su desarrollo personal y laboral.

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  24. En mi opinión, muchas veces se trata de fragmentar la educación en dos: la que se aprende en casa y la que se aprende en el colegio, caracterizándose esta última como aquella en la que se aportan conocimientos. Una muy mala división a mi parecer.

    La escuela, después de la familia es el segundo foco sobre el que los individuos comenzamos las socialización y el aprendizaje necesario para desenvolvernos en la sociedad, objetivo que recoge la escuela. Por lo tanto, la educación debe ser un trabajo conjunto entre familias y centro escolar, garantizando así una unión que permita alcanzar el objetivo de la educación.

    La nueva visión de las familias en muchas ocasiones genera situaciones como la que se explica en este post.

    Hace un tiempo se hizo viral un video en el el juez de menores Emilio Calatayud habla sobre este tema, este es el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=zTj32782TUs

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  25. Educar a un hijo/a es muy difícil e importante por lo tanto hay que tener unas posiciones claras en lo que tiene que ver con la sobreproctección. Es onvio que cualquier padre tiene com prioridad proteger a su hijo ante cualquier acto que le pueda causar daño como consecuencia de que en un pasado ellos lo sufrieran pero esto puede crear una carencia al hijo/a a la hora de saber como gestionar un problema en el futuro, con lo que su 'protector' llamado papá o mamá resultó ser aquel que le hizo más vulnerable a situaciones que le puedan perjudicar.

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  26. A estas alturas, ha quedado demostrado que la sobreprotección de los hijos, a largo plazo, acaba perjudicando a todo el núcleo familiar alcanzando ineludiblemente a la sociedad donde la familia se integra. En la mayoría de las ocasiones estas actitudes vienen dadas por las exigencias de la vida actual donde intentamos suplir la falta de tiempo, afecto y atención que dedicamos a los hijos con la permisividad, la falta de autoridad y disciplina o el exceso de confianza. En parte, porque nos consideramos mejores, más sensibles, modernos e informados que nuestros progenitores, en parte porque odiamos repetir los errores que ellos tuvieron con nosotros debido a la rigidez de la educación de antaño, sin pensar que estamos cometiendo otros fallos, que redundarán aún en peores consecuencias.
    Pienso que en la labor de educar debe primar sobre todo la prudencia, la sabiduría y el sentido común, entender que nuestra labor como padres es amar y proteger en la justa medida y que solo con nuestras propias vivencias aprendemos y crecemos como personas. Por ello, los adultos debemos guiar e instruir a los niños para que desarrollen sus propias capacidades proporcionándoles los instrumentos necesarios para que estos tengan la oportunidad de enfrentarse por sí mismos a la vida, contribuyendo así a formar individuos más independientes, seguros, resolutivos y maduros.
    Creo que los padres deben educar a los hijos en el respeto a las personas y al entorno que les rodea e inculcarles unas normas de convivencia mínimas, pero para ello es necesario que estos padres hayan recibido una educación acorde a este modelo. Como esto no siempre es así, ante los problemas que plantean el tipo de situaciones como la relatada en el texto, las instituciones públicas tienen un buen papel que desempeñar posibilitando la formación y la inclusión de los futuros padres en el proceso educativo.

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  27. A día de hoy son muchos los padres que están encima de los hijos. Desde mi experiencia, dado que hay un profesor en casa, puedo decir que en las aulas muchas veces hay más probemas ocasionados por los padres que por los niños, siendo estos los que se revelan ante los profesores, los que te impiden regañar o expulsar a su hijo o incluso recriminan que le quiten el móvil durante un rato si estaba haciendo un uso inadecuado de el. En mi opinión, creo que a día de hoy los comportamientos de los niños están motivados por lo de los padres, haciéndoles crecer en un ambiente donde no predomina la educación.

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  29. Quiero mostrar mi confirmidad con la gran parte del texto, aunque considero que los padres no dan problemas solo en primaria, sino que se extiende también a secundária. Es muy habitual, en los últimos años que el padre cuestione la forma de enseñanza, las notas, los castigos, etc que aplica el profesor y lo hace, muy probablemente, sin el conocimiento necesario para juzgar. Es por esto, que creo que debería ser casi obligatoria la enseñanza para padres, que está empezando a surgir últimamente.

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  30. Los extremos no suelen ser beneficiosos, tan negativos son los padres que lo dejan todo en manos de los profesores como aquellos que todo lo cuestionan por lo que han leído, escuchado, visto.
    Creo que una de las principales consecuencias de esto es la inseguridad del docente y la falta de autoridad docente, que se ve reflejada en las actitudes de los estudiantes.
    Bajo mi punto de vista es necesaria la escuela de padres general, aquella en la que los padres actuales se sientan parte, informados y realmente tengan la tranquilidad de que a sus hijos se les está tratando como se debe; con esta certeza considero que evitaríamos muchos de los cuestionamientos. La sobre protección se da, entre otras causas, cuando consideramos que nuestros niños están en riesgo, si eliminamos esta sensación podremos minimizar o reducir al menos el número de padres helicópteros y apisonadoras. Creo que hay que partir de la buena voluntad parental, realmente quieren lo mejor para sus hijos, aunque sin saberlo les estén perjudicando. Desde esta perspectiva creo que es más fácil trabajar sin que se sientan atacados.

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  31. Ante todo pienso que la educación de los hijos debe comenzar en casa, y añadiría al texto que los problemas no solo ocurren en primaria, también se dan en cursos superiores. En la actualidad trabajo de cara al público y el ejemplo que se pone en el texto es algo cotidiano, observar como los niños (y no tan niños) hacen lo que quieren cuando quieren, incluyendo faltas de respeto de todo tipo, y si alguien se atreve a decir algo al respecto los padres se posicionan a favor de su hijo, así esté destrozando todo a su paso. En la escuela sucede lo mismo, los “culpables” son los docentes, cosa que antiguamente era inimaginable, ya sea por poner un suspenso, por expulsarlo de clase por mal comportamiento, etc., se ha perdido la objetividad por parte de los progenitores. Lógicamente es normal y un instinto que los padres quieran proteger a sus hijos, pero todo en exceso es malo, esa sobreprotección perjudica inconscientemente a sus descendientes y eso acarreará todo tipo de problemas futuros.

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  32. Ciertamente, el instinto paternal pienso que puede hacer perder el punto de referencia. Sin duda alguna, pienso que este tipo de padres ''guardaespaldas'' siempre van a actuar pensando que es lo mejor para sus hijos, aunque el resultado sea todo lo contrario. Pero también pienso ¿a caso hay algún padre perfecto?

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  33. Muy interesante este artículo. Creo que es importante poner sobre la mesa la sobreprotección que se realiza sobre los adultos de mañana.

    No soy madre, pero experimento situaciones en las que puedo observar e intervenir en la educación de los futuros adultos, puesto que soy parte de la sociedad y esas personas construirán la sociedad del futuro, de la cuál todos somos parte. Por eso creo en la implicación en la educación de toda la comunidad.

    Evitar el fallo y favorecer la sobreprotección, les aleja de la realidad. El error en nuestra sociedad parece demonizado, pero realmente pienso que es en ese punto cuando es necesario reflexionar y construir una solución para subsanarlo. Por eso "proteger" a los niños y jóvenes del error no sólo creo que les perjudica a ellos mismos, sino también al resto de la sociedad, en la que sólo se muestran los logros y triunfos, sin mostrar el trabajo y esfuerzo que es necesario realizar para llegar a un objetivo.

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  34. La sobreprotección es una actitud bastante común en los padres que dificulta el desarrollo de la autonomía de los hijos. Facilitar constantemente el camino sólo hace que el niño no aprenda a enfrentarse a las situaciones y problemas que le pueden surgir a lo largo de la vida. Hay que ser conscientes y responsables de nuestros actos, y buscar soluciones en caso de equivocación.

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  35. Los padres que sobre protegen a sus hijos no llevan a ninguna parte. Es más, el niño se acostumbra a tener siempre la ayuda de su familia y no saben resolver sus problemas por ellos mismos.

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  36. "los problemas los dan los padres" puesto que no hay educación familiar, no existe una educación para padres y alumnos. Los padres y madres quieren sobreprotejer a sus hijos e hijas en exceso, pero porque en muchos de los casos desconocen la mejor manera posible para hacerlo. Hay que fomentar la autonomía infantil y dejad que sean ellos y ellas los que sean capaces de tomar las decisiones por si solos, que aprenden de sus errores.

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  37. La sobreprotección de los padres es un fenómeno bastante común pero que dificulta el desarrollo de capacidades en los niños, como la autonomía. Así, cuando estos van creciendo, se encuentran perdidos sin saber cómo tomar decisiones por sí solos. Lo mismo sucede en las aulas, desembocando en numerosos conflictos entre maestro y padres por defender a sus hijos, incluso sin saber la postura del docente. La mejor forma de aprender es equivocándose y es por ello que hay que dejarles cierta libertad a los niños, aunque sea duro para los padres por los sentimientos que les unen.

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  38. En mi opinión algo realmente importante que estos niños/as están teniendo graves problemas es en la gestión de la frustración, el no conseguir algo por ellos mismo o intentar hacer algo y que no les salga como esperaban.
    Al estar criados "entre algodones" al darles todo lo que necesitaban, al que nada les supusiera un esfuerzo, no valoran las cosas. Cuando el rol cambia, y les toca ser útiles, no saben cómo.
    Creo que el sobreproteger es algo innato en nosotrxs pero es algo que nos hace más daño.

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  39. La sobreprotección a los niños es un síntoma más de la sociedad actual en la que padres, y en consecuencia los niños, se ven afectados. La falta de tiempo y la pérdida de valores (los programas telebasura actuales son un gran ejemplo de lo que gran parte de la población consume y ve como correcto) se refleja en la sobreprotección a los niños, y en consecuencia, que esos niños no puedan convertirse en seres independientes sin frustraciones. Crear una escuela fundamentada en valores, que trabaje con cierta consonancia con los padres, será un auténtico reto si queremos que los niños de hoy se conviertan en grandes personas del mañana.

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  40. Lo descrito en este artículo es un fenómeno que se ve cada vez en las aulas. Bajo mi experiencia, podría poner un ejemplo: trabajo dando clases particulares a una niña de seis años. Un día le dijo a la madre que su profesora le gritaba cuando tardaba en hacer la tarea, rápidamente la madre escribió un correo a la maestra para pedir explicaciones, al ver que la profesora no le contestaba, se presentó en la puerta del colegio para hablar con la profesora sobre lo que su hija le había dicho, a lo que la profesora le contestó que ella no le gritaba solo a su hija que era algo que hacía para la clase en general. Después de esto la intención de la madre es cambiar a la hija de colegio por la actitud de la profera en clase. Creo que puede ser un ejemplo como los hijos le dicen a sus padres cualquier cosa que a ellos les molesta o no les parece bien y como los padres atacan a los docentes sin saber el porqué de esas acciones.
    Bajo mi punto de vista, esa protección es algo que perjudica a los niños y niñas ya que cuando tengan que enfrentarse a alguna situación, y no estén sus padres cerca, no sabran como afrontarla, lo que creara futuros adultos dependientes de otras personas que los protejan.

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  41. Muy interesante. Cada vez más, vemos “padres guardaespaldas” que quizás, sin darse cuenta sobreprotegen a sus hijos/as pensando que es la mejor manera de educar y lo cierto es que lo único que consiguen es colocar barreras que no les permiten ver la realidad y enfrentarse a ella.

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  42. Totalmente de acuerdo, aunque no son muchos, sí son suficientes como para sentir ese furor adolescente “dueños del mundo” que en muchas ocasiones piensan que están por encima del bien y del mal. Pero… ¿A quién culpabilizar cuando hay que reprender al adolescente? En mi opinión, este es otro cambio que ha experimentado nuestra sociedad y que clama a gritos la necesidad de educar no sólo al niño/a, sino también a la familia. En ocasiones, se podrá atribuir las causas a las desigualdades económicas, culturales, etc. Pero claro está, que sea cuál sea la causa requiere de una solución urgente.

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  43. La sobreprotección existe sin duda y a menudo es un síntoma de una relación tóxica pero en el caso que presenta el autor me parece bien que los padres se hayan molestado al ver alquien tocando a su hijo, especialmente porque viendo una escena así lo que te puedes imaginar es que quiera pegarlo. Otra cosa es si después de escuchar la explicación no le hayan dicho nada a su hijo para que entendiera que lo que hizo fue mal. Pero en general es imnportante que los niños entiendan que nadie puede tocarlos, bajo ninguna cirtustancia.

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  44. La primera educación de toda persona trascurre en casa por parte de la familia, es está comunidad quienes conforman determinados hábitos, acciones y enseñanzas que son cruciales para el desarrollo del individuo y que prevalecen por el resto de la vida, las herramientas que se adquieren van forjando las particularidades y por lo tanto ayudan a la conformación de cada persona. Las experiencias vividas dentro del entorno familiar son una forma de enseñanza, que de estar en el entorno adecuado se logra un mayor éxito en el desarrollo de valores humanos, de lo contrario el individuo va decayendo y no encuentra los engranajes necesarios para vivir en comunidad.

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  45. Aumenta los casos de "padres guardaespaldas" dando pie a la sobreprotección en la etapa más temprana de los niños y las niñas. Esto puede provocar distintos conflictos tanto dentro del ámbito escolar como fuera de este ya que los niños y las niñas que tienen estos tipos de padres piensan que no les va a pasar nunca nada malo ya que tienen siempre la protección de sus padres. Desde mi punto de vista, el concepto de sobreprotección familiar es algo que influye negativamente en los niños y que los padres deberían empezar a tomar consciencia sobre esto para evitarlo.

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  46. Está claro que la disciplina y la educación empiezan en casa. Somos lo que vemos y experimentamos desde niños, y los valores e ideas que nuestros padres nos transmiten marcarán el resto de nuestras vidas. Por eso pienso que ser profesor de primaria es tan complicado, ya que a veces (más de las que te puedes imaginar) tienes que educar a los padres y a los hijos a la vez. De nada sirve que en clase les digas a los alumnos/as que tienen que acatar las normas y luego vuelvan a casa para hacer todo lo que les plazca. Solo cometiendo errores y siendo corregidos somos capaces de aprender, y esto se debe inculcar en los padres también. Sus hijos no son perfectos y no siempre llevan la razón. Como solución, propondría que se hicieran talleres en los que los padres sean educados o al menos dados algunas pautas para saber encaminar a sus hijos a través del entendimiento y el reconocimiento de errores mutuo.

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  47. Sin duda este es uno de los temas más relevantes que están a la orden del día, y quizás uno de los más difíciles de tratar. Como hija, soy consciente de la responsabilidad que recae sobre unos padres que lo que pretenden conseguir es dar a sus hijos lo mejor para ellos. Sin embargo, no siempre lo que consideran que es lo mejor para sus hijos, así lo sea. Bien es cierto que existe cierta desconfianza hacia la escuela por parte de los padres. Quizás esto se deba al desconocimiento de la gran labor docente realizada a las aulas, a bajas expectativas sobre la educación, a propias experiencias que vivieron durante su infancia, o por una excesiva sobreprotección de los hijos que les impide creer una realidad diferente a la que sus hijos les cuentan. Es, por tanto, fundamental crear un ambiente que favorezca la buena relación familia-escuela, para propiciar una relación sana entre las personas que serán figuras inspiradoras en sus vidas, dando lugar a un correcto desarrollo de su personalidad.

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  48. En la mayoría de los casos es comprensible el comportamiento sobreprotector de los padres, podría decirse que es un comportamiento inherente al ser humano. Nadie es educado para tener hijos, por lo que la labor del docente también es educar y forjar una relación comunicativa estrecha con los padres para que los más pequeños tengan una educación más sana.

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  49. Se ha caído en la idea de que un padre o una madre tiene que ser amigo de su hijo-a, y está bien. Pero, se les olvida que además de ser amigos de sus hijos deben seguir siendo padres. Al convertirse en amigos tratan sólo de acompañarlos y hacer acto de presencia, en darles lo que quieren y hacerles sentir bien, pero olvidan la responsabilidad que tienen de educar. Es muy frecuente ver cómo los padres libran a sus hijos de sufrir las consecuencias, y de aprender que cada acción que hacen tiene una consecuencia, ya sea buena o mala. De este modo, si mi hijo olvidó hacer la tarea, llamo a la profesora y le excuso; si se quedó dormido y no fue a clase, hablo con el profesor y le digo que estuvo enfermo; si no compró la cartulina que necesitaba, remuevo media ciudad para encontrársela... y así un sinfín de acciones que, parecen insignificantes, pero que educan a unos hijos que no conocen las consecuencias de lo que hacen. Viven en la burbuja de protección de sus padres y esto hará muy difícil afrontar a la realidad cuando llegue la hora de enfrentarla.

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  50. ¡Excelente artículo! Nos encontramos ante un tema que está a la orden del día: la excesiva protección que proporcionan a menudo los padres a sus hijos.
    Cierto es que, en la mayoría de los casos, el instinto protector de los padres es ejercido de manera inconsciente por los mismos con la finalidad de proporcionar seguridad y comodidad a sus hijos, pero, tal y como explica este post, dicha protección puede resultar nociva para la educación de aquéllos, ya que crecen en un ambiente de constante salvaguarda sin ser conscientes de lo que verdaderamente está bien o mal. Por esta razón, es importante que los padres corrijan las malas conductas que puedan llevar a cabo, porque la superprotección, conforme van pasando los años, puede convertirse en un problema grave cada vez más agravado y difícil de corregir.

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  51. ¿ Qué son exactamente padres apisonadoras?

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