Póster académico


En un mundo en el que la comunicación es cada vez más visual, el póster académico se ha convertido en un recurso imprescindible para la divulgación científica en clases, congresos o TFG/TFM. En este post se plantean y responden las primeras preguntas que surgen en el proceso de diseño... el resto queda abierto a la creatividad.

¿QUÉ HERRAMIENTAS SON NECESARIAS? Tradicionalmente, el póster se ha diseñado con un programa de presentaciones (PowerPoint o Impress), pero no es la mejor opción. Hay software específico (y gratuito), como GIMP, para la edición profesional de imágenes. Eso sí, tendrás que aprender su manejo para no perderte entre sus muchas posibilidades (Manual de GIMP). No es la opción más recomendable si dispones de poco tiempo. Los editores on-line pueden ser una solución intermedia (resultados aceptables y entorno amigable): Easelly, Piktochart, Genially... Todas son buenas, pero quizá la mejor elección para un póster sea Canva.

¿POR DÓNDE EMPEZAR? A pesar de tanto despliegue de software, lo mejor es empezar con papel y lápiz. Un boceto (o varios) ayudará a ordenar ideas. Solo cuando tengas claro el qué y el cómo, deberías ponerte frente al ordenador.

Selecciona el texto más relevante, NO HAY QUE TRATAR DE PONERLO TODO. Busca impacto y concisión. No olvides que el tamaño de la fuente debe ser legible a distancia, lo que reducirá considerablemente el espacio para el texto.

Las imágenes son muy importantes, selecciónalas con cuidado. Hay muchos bancos de imágenes en la red. Thenounproject es estupendo para encontrar iconos. Con Statpedia puedes crear gráficos. Para fotos, lo mejor es tu propia cámara.

No olvides la gama cromática. Usa colores complementarios. Si no tienes mucho sentido de la estética, puedes ayudarte de Coolors.

¿CÓMO TIENE QUE SER EL PÓSTER? No hay un estándar, el formato suele estar determinado por la organización del evento en el que se expondrá el póster. Las medidas más comunes son 84,1 x 59,4 cm. Para que la impresión sea correcta, debes empezar a trabajar con estas medidas desde el principio del diseño.

Otro aspecto importante es la estructura. El póster académico es más formal que el publicitario, por ejemplo. La información se organiza en tres partes y cada una tiene su propia finalidad (en la infografía inferior tienes más datos sobre esto).

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Una agenda para la Orientación


SINOPSIS / CRÍTICA / AUTORAS / CITA / TUIT / BIBLIO


Este libro presenta una propuesta de trabajo estructurada para el ejercicio de la Orientación educativa en centros de Infantil y Primaria. Arranca con un posicionamiento profesional de las autoras sobre la forma de entender el trabajo del orientador/a. A continuación, como adelanta el título, se analizan las acciones más relevantes de este profesional en cada momento del curso académico, complementando el aspecto formal con valiosos consejos fruto de la experiencia de las autoras. Además, se recogen 38 recursos (guías, protocolos, modelos de recogida de información, de informes...) que contribuirán a facilitar su aplicación práctica.

Después de tanta teoría sobre Orientación educativa, es de agradecer un libro que aterrice en el terreno de la realidad. Un libro escrito desde la "trinchera" de la Orientación, y no desde la lejanía de un despacho. "Teoría, la justa", podríamos decir. La necesaria para fundamentar un modelo de trabajo REAL, en el que destacan grandes dosis de profesionalidad y un GRAN CONOCIMIENTO del "oficio". Un libro recomendable para profesionales de la educación e imprescindible para orientadores. 


Una orientación educativa de calidad será aquella que tenga en cuenta la gran diversidad del alumnado y procure ajustar la enseñanza y las ayudas a las necesidades de cada uno. Una orientación que contribuya a establecer bases sólidas de colaboración familia-escuela desde el respecto mutuo de cada institución y que abra cauces de coordinación con otros recursos comunitarios para sumar esfuerzos en el proceso educativo de los alumnos. Una orientación que permita anticiparse a la aparición de dificultades de aprendizaje y contribuya a detectar lo más pronto posible las necesidades educativas del alumnado para organizar los apoyos y las adaptaciones en el currículo que precise. (Página 16)


Las autoras forman parte de un grupo de orientadoras con amplia trayectoria profesional en equipos multidisciplinares de Coslada (Madrid). Files a la filosofía de Howard Gardner, realizan una declaración de principios en los siguientes términos:

  1. Fijarse metas realistas.
  2. Tomar conciencia de que no se trata de dar consejos o soluciones a problemas diciendo lo que hay que hacer, sino más bien de colaborar en la construcción de soluciones compartidas.
  3. Asumir que nuestra tarea no es rastrear discapacidades o etiquetar a los alumnos.
  4. Dedicar tiempo a la formación permanente y al debate con otros profesionales de la orientación.

Carrera, Célia; López, Teresa; Matías, Paloma y Santamaría, Consuelo (2016): Agenda de trabajo del orientador. Narcea.

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