Reprogramar con Práctica Reflexiva

Foto de Enrique Sánchez vía Flickr

No hace mucho, un terremoto de mediana intensidad despertó a toda la ciudad con un sobresalto compartido. «¿Y tú, lo has notado?», se escuchaba a la mañana siguiente en la sala de profesores, en la puerta del colegio, en el aula... Ahora imagina que impartes la asignatura de ciencias naturales: ¿de qué vas a hablar ese día en clase? ¿Lo dejarías todo para aprovechar el momento y aprender qué son los terremotos; o seguirías adelante con tu programación... como si nada hubiera pasado?

Stenhouse distingue entre dos tipos muy diferentes de entender la profesión docente:

TIPO 1. EL PROFESIONAL TÉCNICO. Conoce bien las técnicas didácticas y las aplica con objetividad. Su acción sigue un diseño pedagógico cerrado... No va a hablar del terremoto, aunque la sacudida se produzca en mitad de su clase.

TIPO 2. EL PROFESIONAL CRÍTICO-REFLEXIVO. Es un perfil más humanista, que antepone el proceso al producto. Entiende que el terremoto es una oportunidad para el aprendizaje y no dejará escapar el interés despertado hacía el fenómeno. Su programa pedagógico es más bien un proyecto en permanente reconstrucción.

Si te identificas con el segundo perfil, la PRÁCTICA REFLEXIVA puede ser de gran utilidad para REPROGRAMAR tu intervención, ¿cómo hacerlo? Este post presenta un programa que consta de siete fases:

  1. Revisión crítica de la propia práctica.
  2. Análisis conjunto de la práctica. 
  3. Reflexión sobre las aportaciones del equipo. 
  4. Análisis compartido de las propuestas. 
  5. Reprogramación didáctica. 
  6. Autoevaluación.


El twit superior enlaza con la información ampliada y los recursos necesarios para aplicarlo en tu centro. Ya sabes, aquí solo 350 palabras. Lo justo para terminar con una preciosa analogía a la que el profesor Stenhouse recurría frecuentemente, en sus clases, para explicar dos formas muy diferentes de entender la programación:


El alumnado es como un puñado de semillas que recibe el docente cada curso. Son pequeñas, pero tienen gran potencial de crecimiento. Algunos docentes se esmeran por darle un tratamiento similar a todas: la misma cantidad de agua, intervalos de riego, fertilizantes... Estos «granjeros» esperan recolectar la cosecha coincidiendo con el final del tema o del curso. También buscan que todos los frutos (o «respuestas») sean del mismo calibre, color, sabor... Frente a esto, hay otro tipo de docentes, los «jardineros», que entienden que cada semilla es única y aprecian la belleza de los diferentes colores. Además de adaptar las necesidades de riego y luz, son capaces de diseñar precisos jardines, en los que la combinación armónica de especies diferentes representa un valor añadido. Pedagogía vía Twitter

40 comentarios

  1. No me parece adecuado dar clases cerradas. Si un profesor puede tiene que enseñar algo más que ese temario cerrado y aprovechar esas ocasiones. Y en este ejemplo del terremoto estoy más a favor porque saber por qué se producen estos u otros fenómenos como los maremotos o por qué se dan en dónde vives es importante para la capacidad intelectual; creo que las ciencias en general son muy importantes para que las personas en este caso los alumnos se encuentren y vean la importancia de las cosas, que están aprendiendo cosas básicas. Seguro que se crean más adeptos a la educación de este modo.

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  2. Tanto un terremoto o una cuestión que interese a ciertos miembros de la clase suponen una gran ocasión y merece la pena saltarse el programa de la clase para explicar a los alumnos aquello que quieren saber. De hecho, cuanto más interés tengan los alumnos en aquello que les estamos explicando, más querrán saber y más conocimientos guardaran en su memoria al final de la clase. Debemos estar preparados para aprovechar cualquier imprevisto cuando hablamos de tratar con los alumnos

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  3. Estoy totalmente de acuerdo con el tipo de docente "profesional critico-reflexivo" ya que hay que enseñar al alumnado los conocimientos si, pero que mejor manera de hacerlo cuando los tenemos frente a nosotros o los hemos vivido. Sin duda alguna, al alumnado le va a ser más fácil de aprende algo que ha visto con sus propios ojos o que ha tenido la capacidad de vivir en primera persona.

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  4. La educación debe ser un ámbito abierto, no debe de estar cerrado a nada siempre que existan buenos resultados. El docente debe aprovechar el interés de los alumnos, llevar sus clases a sus intereses dentro de lo que cabe, buscar cómo llamarle su interés sobre el tema de cada día.

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  5. MARIA DOLORES GONZÁLEZ PÉREZ2 de noviembre de 2018, 16:55

    Gracias por la aportación. Yo elijo identificarme con el profesional tipo 2: práctica-reflexiva. Me considero alguien organizada, me parece que es fundamental para el logro de nuestros objetivos, además de parte de nuestras obligaciones en el trabajo, tener una adecuada planificación y temporalización de las clases. Sin embargo, tenemos que tener en cuenta que la vida esta llena de imprevistos que escapan de nuestro control. Programar y no dejar demasiado espacio para la improvisación no quiere decir que desaprovechemos los imprevistos que se nos presentan en la vida (o las clases) y los convirtamos en magnificas oportunidades que contribuyan con nuestros objetivos.

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  6. Creo que lo mejor es un docente crítico-reflexivo ya que no deja escapar ninguna situación para enseñar a sus alumnos y menos aún si ésta despierta gran interés en todos. Creo que esos profesores técnicos que desaprovechan las oportunidades deberían cambiar hacia una pedagogía más cercana a la continua reconstrucción.

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  7. El modelo de profesional crítico-reflexivo me parece el adecuado, porque se sirve de las vivencias para aprovechar el interés de los alumnos. Se basa en el aprendizaje experimental para causar emociones y mejorar el aprendizaje. Cuando se utilizan hechos reales para enseñar, se le encuentra un sentido útil a lo aprendido, aumentando las posibilidades de recordarlo para siempre.

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  8. Rafael Enrique Reigal Garrido6 de noviembre de 2018, 15:41

    Los contenidos se encuentran actualmente en múltiples medios y formatos. El educador actual debe animar a encontrar los caminos del conocimiento y utilizarlos adecuadamente. En ese proceso, es fundamental provocar un aprendizaje significativo en los alumnos. Aprovechar ocasiones para conectar a los alumnos con la realidad es una herramienta poderosa. Hay que intentar darle sentido a la enseñanza y ayudar a que sea útil para enfrentarse al mundo. En ese sentido, establecer procesos reflexivos es un camino eficaz conseguirlo porque permite darse cuenta de los aspectos más significativos de la realidad y cómo se relaciona con lo que nos rodea.

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  9. Desde mi punto de vista, no me parece mal el tipo 1: el profesional técnico, ya que un plan establecido le ayudará a seguir las pautas necesarias para una correcta enseñanza hacia el alumnado. Sin embargo, el tipo 2: el profesional crítico-reflexivo me parece que trata un aspecto más humano, si es necesario que se salga del guión, lo podrá hacer. Se trataría de una figura más moral.

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  10. Estoy totalmente en contra de las clases programadas estrictamente. Me identifico con el segundo tipo, una futura docente crítica-reflexiva, hay que aprovechar todos los fenómenos producidos para crear una practica más real, explicando algo que ellos mismos han sentido y vivido conseguirán un aprendizaje significativo. El contenido será más útil y reflexivo para el alumnado. Siempre surgen cuestiones o debates en el aula que necesitan dedicarle tiempo y los docentes deben responder a las necesidades del alumnado, aunque no este en su programación.

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  11. Creo que la clave está en el equilibrio, me explico. Creo que habrá momentos o temas a tratar, por ejemplo, en los que aplicar el primer método será útil e incluso necesario. De la misma forma pienso que también está bien ser un profesional crítico-reflexivo.
    En el ejemplo del terremoto está bien pararse a explicarlo porque gracias a la vivencia que también han experimentado los alumnos, será más fácil entenderlo. Creo que con la experiencia el aprendizaje es más significativo, por eso considero que este segundo método es muy útil.

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  12. Desde mi experiencia he visto profesores de toda clase. Para mí resulta que siempre me ha sido más fácil aprender con docentes que intentaban dar sus clases de forma más crítica reflexiva, pues considero que desde este punto de vista es mucho más fácil entender y quedarse con lo verdaderamente importante.
    Pienso que esta debería de ser una de las innovaciones de la educación y formación, y dejar atrás las típicas clases cerradas que solo despiertan el aburrimiento y el desinterés del alumnado. Incluso te puede ahorrar tiempo si eres de esos profesores que tienes programados tus temarios.
    Evidentemente este método es

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  13. Bajo mi punto de vista, el tipo 1 me parece correcto en lo que respecta a partir de un temario organizado e ir siguiendo el hilo de éste para facilitar la impartición de las clases por parte del profesorado y, al mismo tiempo, para entrelazar los temas en un orden lógico para facilitar el estudio al alumno. Sin embargo, no deja de ser una referencia. Estoy más a favor del tipo 2 ya que, al igual que hay que tener una base de cultura y conocimientos, no se deberían olvidar otros hechos importantes que podrían afectar a nuestra forma de ver y afrontar la vida. En el caso del terremoto, o de cualquier otro fenómeno, creo que se debería emplear tiempo de clase para explicar de qué se trata, cómo se origina, lo que ocasiona, cómo actuar en estos casos... ya que se trata de un tema de mucho interés en el momento ya que lo han vivido y les ha afectado en su vida de una forma u otra, por tanto, tendrían más interés y propiciaría un mejor aprendizaje sobre el tema.

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  14. No me cabe la menor duda de que remodelaría tooooda la programación desde toooodas las asignaturas a tratar el tema del terremoto. Es curioso, a medida que iba leyendo este post me estaba acordando del post del Jardín de Stendhouse, del que extraigo que el curriculum es un proyecto de debe realizarse a diario y con base de investigación en el aula, en el que se promuevan las innovaciones y que, en el aprendizaje del alumnado, sea este el protagonista.
    El perfil del profesorado técnico que nos presentas es lago obsoleto, espero en vía de extinción. Cualquier centro de interés que se presente ha de aprovecharlo al máximo, al igual que se hacen con las efemérides.

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  15. Me parece muy importante en la práctica docente aprovechar la experimentación y las situaciones que nos presenten en el aula y en el contexto para llegar al aprendizaje significativo.

    En mi opinión es conveniente crear un currículum abierto al aprendizaje de interés para el alumnado y que tenga en cuenta los factores externos que puedan facilitar ese aprendizaje.

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  16. Desde mi punto de vista el ejemplo 2 de profesor critico-reflexivo es alquel por el que siento más admiración pero ambos son necesarios.

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  17. Beatriz García Martín9 de noviembre de 2018, 13:57

    Pienso que el profesional debe conocer bien las técnicas didácticas, pero en determinadas situaciones en la que surge un tema de interés en el aula y este pueda repercutir positivamente en el aprendizaje de los alumnos, es necesario llevar a cabo un procesamiento pedagógico más abierto.

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  18. Definitivamente "jardinera". Apuesto totalmente por al pedagogía de conocer y comprender al alumno antes de empezar con su enseñanza específicamente por eso. Creo que es fundamental conocer como están las cabezas de nuestros pequeños alumnos antes de introducirles los conocimientos. Todos no aprendemos al mismo ritmo, unos van más rápidos, otros van más lentos, otros necesitan ayuda constante y otros tienen mayores dificultades. Cuanto antes sepamos todo esto, mejor podremos ayudarlos en su camino al aprendizaje significativo.

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  19. Un taxista, no creo que hoy en día haya profesión y colectivo más odiado, se pasa 12 horas al día realizando un procesamiento práctico y reflexivo sobre la situación del trafico. Se enfrenta constantemente a diseñar un recorrido entre dos puntos y pone en juego su experiencia diaria con el tráfico, hora del día, acontecimientos que se pueden estar produciendo, gustos del pasajero e incluso tipos de vehiculos que ve mientras conduce.
    El taxista está valorando la situación continuamente, analiza y modifica su recorrido adaptandolo a las necesidades de cada momento para lograr llegar al destino lo mejor posible.
    Si un taxista es capaz de realizar todos estos cálculos cómo es posible que un profesional de la educación no comprenda que el viaje de sus alumnos puede ir variando su trayectoria viendose influenciado por multitud de variables.
    Estoy seguro que lo saben, pero quizás la comodidad del profesorado lo hace obviar las necesidades de los alumnos.
    Para que alumnos son protagonistas del proceso de enseñanza y aprendizaje el educador debe de estar abierto a ir reprogramandose constantemente, pero eso requiere de un gran esfuerzo y muchos educadores no están dispuestos a ello.

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  21. Creo que es muy importante el desarrollo de la práctica reflexiva en los centros para poder proporcionar un mejor conocimiento a los alumnos, porque el aprendizaje que se obtiene desde la asociación de la información a las vivencias y a la vida cotidiana y su posterior reflexión es mucho más fácil y duradero. De otro modo, se desaprovecharía la oportunidad que despierta el interés de una experiencia vivida en primera persona. Por tanto, es necesario poner en valor al profesional crítico reflexivo, pues la docencia debe contemplar también la enseñanza experiencial como método de aprendizaje, es decir ser una práctica abierta a los avatares de la sociedad y en constante construcción.

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  22. Para mí, el profesional crítico- reflexivo puede ofrecer un mejor conocimiento a sus alumnados ya que se adapta al contexto del aula de mejor manera. Sobre todo es importante tener en cuenta la variedad de alumnos y alumnas para ofrecer un mejor aprendizaje.

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  23. Creo que la educación es un sistema que debe estar abierto a cualquier cambio, modificación o sugerencia. Por eso, creo que los docentes deben tomar una posición crítico- reflexiva, puesto que el desencadenamiento de un suceso poco habitual, y su posterior explicación puede despertar el interés y la curiosidad en los alumnos, logrando quizás que no se olviden de cierta explicación o que se queden con ciertos detalles. De la otra manera, adoptando una posición más técnica estamos apagando en cierto modo la curiosidad de los alumnos, haciendo que no se interesen por las cosas, ya que si no reciben una explicación de lo sucedido puede que un futuro no vuelvan a interesarse cuando ocurra algo similar.

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  24. Creo que es mejor opción el profesional crítico-reflexivo, ya que aprovecha el interés del alumno para crear conocimiento. Al fin y al cabo el interés es la base del aprendizaje ya que cuando una cosa te interesa, sin darte cuenta la aprendes y del contrario si no te interesa será muy difícil recordarla.

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  25. Soy más jardinera. Me gusta ver crecer cada semilla y valorar la belleza, la singularidad de cada. El aprendizaje nunca es lineal, a veces permanece dormido y de pronto emerge, como un momento mágico. La escuela está inserta en un contexto, en un lugar concreto, para mi tiene todo el sentido que los aprendizajes utilicen el territorio y la realidad que nos rodea en ese aprendizaje.

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  26. Me siento totalmente identificada con la figura del profesional crítico-reflexivo, tal como se habló en el post de aprendizaje experiencial, es una magnífica oportunidad para aprovechar una vivencia para enseñar y sería una pena desaprovecharla. Si el docente se cierra a dar lo programado no conseguirá que se aprenda nada, el interés de los alumnos en el caso del ejemplo estará centrado en algo que les despierta curiosidad e inquietud y no en lo que pueda estar explicando el profesor en ese momento.

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  27. Estamos en un mundo de constante cambio, como un río agitado, solo hay dos opciones, nadar a contra corriente contra todo aquello ''que surge, pero no estaba dentro de lo que tu tenias previsto'' golpeandose y gastando energía, o dejarse llevar por la corriente aprovechando el paseo.

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  28. En mi infancia viví cómo entraba una golondrina en mi clase con dos docentes diferentes. Uno de ellos intentó por todos los medios seguir controlando a los alumnos para que continuásemos atendiendo, sin éxito. El otro aprovechó para explicar parte del temario de matemáticas (creo que formas geométricas) con el vuelo de la golondrina.
    Esto es para mí la educación, ser capaces de aprovechar todo lo que tenemos a nuestra disposición para abrir una vía de aprendizaje, ser capaces de improvisar en esta línea. Podemos provocar y preparar situaciones en las que controlemos lo que ocurre y estén dirigidas al aprendizaje pero, si por el motivo que sea, surgen imprevistos tenemos que poseer la destreza suficiente para convertir lo que ocurra en lo más próximo al aprendizaje también.
    Por tanto yo diría que soy y quiero ser mejor jardinera tanto de flores como de abejas, de estudiantes y de todas las situaciones que esperadas o no pueda convertir en aprendizaje trasversal.

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  29. Aún recuerdo el día siguiente al terremoto cuando mi profesor entró por la puerta y se dirigió a la pizarra y escribió "¿Qué hacer en caso de que haya un terremoto?, tal vez se saltó su clase cerrada, pero se convirtió en un profesor crítico-reflexivo y nos enseñó un aprendizaje muy valioso para actuar frente a una situación como esta.

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  30. Sería inútil desaprovechar situaciones como la mencionada en el texto. Desde mi punto de vista, el aprendizaje relevante está directamente relacionado, ya que toma como base la simulación de situaciones de la vida real o experiencias, por ejemplo, de los propios alumnos para partir de ahí a adquirir aprendizajes. Es por ello que las programaciones de las clases pueden variar de un segundo a otro pero debemos ser conscientes de lo enriquecedor que puede ser dejar de lado la programación que teníamos para ese día y adaptarnos al contexto de forma diferente.

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  31. Los docentes tenemos que tener muy mentalizado de que hay veces, que no debemos seguir la programación impuesta ya que desaprovecharíamos muchas situaciones que ponen al alumnado en un contexto bastante adecuado para aprender.

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  32. Tal y como he expresado en comentarios anteriores, siempre será mejor la adopción de un estilo crítico que es conocedor de las condiciones administrativas que dificultan su práctica docente, pero que sin embargo no se aferra a ellas para limitar su contribución activa en la mejora de la calidad educativa. Reconoce, que la mejora no depende de lo que se haga de manera individual, sino más bien, de un trabajo cooperativo que requiere del compromiso de toda la sociedad en general.

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  33. Despertar el interés de los alumnos a veces resulta todo un reto, a veces se puede recurrir a estrategias que mejoren la atención, salirse del cubo puede ser una oportunidad perfecta para captar la atención, no sucede nada malo si el rumbo de la clase se reconstruye siempre y cuando permanezca la meta adecuada y la reflexión sea el principal proceso por el cual pase el alumno. Los caminos del conocimiento pueden ser tan variados que enriquecen de mejor manera y logran permear mucho mas en quien los recibe.

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  34. Bajo mi punto de vista, cualquier situación que se pueda utilizar para el aprendizaje es aprovechable. Es difícil captar la atención de los alumnos, así que si algún tema tiene esa atención debemos de tenerlo en cuenta y hacer que el alumnado aprenda y resuelva sus dudas.

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  35. Estoy totalmente de acuerdo con este enfoque. Es cierto que cuando los contenidos provienen de la experiencia de cada uno y están orientados a su uso en la vida diaria, se favorece la motivación interna - el deseo de aprender - lo cual es mucho más fuerte que las presiones externas - calificaciones, exámenes, juicio de los demás, etc.;

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  36. Lo tengo muy claro, soy jardinera, ecológica y humanista. Pero sin dejar de sembrar bien, sin improvisar, aunque valoro mucho y lo práctico los imprevistos, saber salir en ellos con contenido es muy importante, ante el alumno, y para eso es necesitamos la práctica reflexiva, Para mi el aprendizaje es sistémico, es un espiral abierto, que se va alimentando de conocimientos, propuestas, aportaciones y se retroalimenta con las aportaciones de los alumnos y profesores, pero a su vez hay que ir auto evaluando, para que al final tenga validez.

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  37. En mi opinión, el docente se debe adecuar al contexto, y en este preciso ejemplo ser un profesional crítico-reflexivo es necesario. Aprovechar las experiencias vitales de los alumnos para enseñarles es clave para su aprendizaje.

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  38. El aprendizaje se produce cuando sentimos interés y curiosidad por saber más acerca de un tema determinado. En la escuela, no sirve de nada intentar que nuestro alumnado memorice todos los contenidos que vienen recogidos en los libros de texto si no aprenden conocimiento enriquecedor para su formación tanto educativa como personal. La ley y, en ocasiones, las ideas preconcebidas sobre “cómo educar correctamente” nos imponen que lo correcto es no salirse del camino establecido, cuando el verdadero aprendizaje se produce fuera del mismo.

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  39. Sin duda estoy de acuerdo en que el mejor tipo de clase es la que no está programada al milímetro, sino que se adapta a las circunstancias del día. Obviamente hay que ver los contenidos que irán a examen pero siempre se puede jugar con el interés de los alumnos para conseguir esto. El mejor docente es el que es capaz de usar el pequeño momento de interés de los alumnos para motivarlos a seguir aprendiendo por cuenta propia. De este modo, aunque cambie un poco su unidad didáctica, conseguirá mucho más.

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  40. Soy partidario de que la educación debe de ser abierta y aprovechar cada posibilidad que se nos presente para lograr cambiar situaciones presentes a nuestro favor y el de los alumnos, si bien es importante tener un esquema de la información necesaria a transmitir en el curso, es importante que se logren identificar estos factores y obtener de ellos el beneficio de crear interés y curiosidad en el alumno para que este llegue a desarrollarse y aportar los resultados que esperamos.

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